A 210 años de la firma de la declaración de su independencia, el 5 de julio de 1811, Venezuela emigra obligada por la crisis política, social y económica más profunda de su historia reciente.
Con una moneda casi sin valor y la inflación más alta del mundo, la cotidianidad de los venezolanos se torna cada día más complicado. Esta ha sido la razón para que casi cinco millones de personas hayan abandonado el país generando la corriente migratoria más grande de América Latina de los últimos 50 años según indica ACNUR en su página web.
En este contexto, el gobierno socialista de Nicolás Maduro dio inesperado giro con relación a la divisa estadounidense, al permitir un proceso de dolarización de hecho de la economía.
Pero las personas continúan saliendo de Venezuela para huir de la violencia, la inseguridad, la violencia institucional y las amenazas, así como por la falta de alimentos, medicinas y servicios esenciales.
Con más de cinco millones de venezolanos viviendo en el exterior, la gran mayoría en países de América Latina y el Caribe, esta se ha convertido en una de las principales crisis de desplazamiento humano en el mundo.
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Otrora, Venezuela generosamente acogió a miles de refugiados de la región y otras partes del mundo. Ahora son los venezolanos quienes se ven obligados a abandonar sus hogares, y un significativo número de ellos necesita protección internacional.
Desde 2014 se ha registrado un aumento del 8 % en el número de venezolanos que solicitaron la condición de refugiado en todo el mundo, principalmente en América, según indica ACNUR en su sitio web.
Muchos venezolanos han logrado tramitar su estatus migratorio con éxito, pero otros cientos de miles permanecen sin ningún tipo de documentación o permiso para permanecer regularmente en países adyacentes, por esa razón carecen de acceso formal a los derechos y servicios básicos.