En su más reciente informe, la ONG Mulier Venezuela indicó que solamente durante el año 2022 aproximadamente 1.390 mujeres venezolanas fueron rescatadas de las manos de redes de trata de blancas, cuando aumentaron estos casos detectados en varios países así como los arrestos de implicados por estos delitos.
El documento presentado en Caracas en fecha reciente advierte que del total de víctimas rescatadas, unas 284 eran menores de edad.
“El año 2022 presenta las cifras más altas que hemos registrado en nuestro monitoreo desde que comenzamos a hacerlo en 2019. El total de rescatadas de redes de trata es de 1.390 venezolanas, de las cuales 284 son niñas y adolescentes”, dice el documento que considera alarmantes estas cifras.
Sin embargo, el texto refiere que para la segunda mitad del 2022, según el análisis de los expertos de la organización, comenzaron a publicarse en medios de comunicación datos consolidados de distintos organismos que atienden los casos de trata de personas: “Es a partir de estos datos que podemos registrar mayores cantidades de venezolanas detectadas y rescatadas de redes de trata”.
La organización puntualizó que el número de menores rescatadas se duplicó en 2022, lo que indica la vulnerabilidad de niñas y adolescentes frente a estos grupos criminales, principalmente en zonas fronterizas de Latinoamérica, concurridas en los últimos años debido a la migración masiva de venezolanos.
“El aumento de las cifras de rescatadas que, además, son solo un sub registro de la situación, nos reitera la urgencia de promover acciones para la prevención de esta grave violación a los derechos humanos que tiene como víctimas más vulnerables a mujeres”, subraya el informe.
Te puede interesar:Trata de personas, ¿necesitas ayuda?
Sobre las modalidades de trata de personas, el estudio de la ONG Mulier dice que persiste la tendencia de los anteriores años en los que la mayoría de los casos reflejan a víctimas de trata con fines de explotación sexual así como para obligarlas a la “mendicidad ajena”, una forma en la que someten principalmente a niñas, a quienes obligan a pedir dinero en las calles.
“Esta modalidad de explotación sigue abriéndose camino en el ciberespacio. La práctica del modelaje webcam, como forma de producción consentida de contenido explícito, en muchos casos, se despliega como un nuevo espacio de explotación”, destaca el informe.
Con respecto a la trata con fines de mendicidad ajena, esta se ha hecho más visible en particular en los casos que se aprovechan de niñas y niños para tales fines.