La clave para resolver el misterio de la desaparición de una joven de 15 años llamada Emanuela Orlandi, un hecho ocurrido hace 36 años y que conmocionó a Italia, puede estar oculto en un pequeño cementerio del Vaticano.
Una carta anónima enviada a los familiares de la desaparecida dio pie para que los abogados solicitaran a la Secretaría de Estado vaticana que autorizase la apertura de un par de sepulturas.
Está previsto que el jueves las tumbas de dos princesas alemanas fallecidas en el siglo XIX, que se encuentran en un pequeño camposanto dentro de las murallas del Vaticano serán abiertas para comprobar si allí se esconden los restos de la hija de un empleado vaticano desaparecida en 1983.
La fiscalía vaticana dispuso la apertura de las dos tumbas después de la petición de la familia Orlandi, que no se ha cesado en la búsqueda de la joven cuya desaparición es un gran misterio.
La abogada de la familia Orlandi, Laura Sgrò, explicó que el verano pasado recibieron una carta anónima con una foto de la tumba con la frase “Busque donde indica el ángel”.
Serán abiertas la llamada “Tumba del Ángel”, en la que está enterrada la princesa Sofía von Hohenlohe, fallecida en 1836 y la adyacente, en la que está sepultada la princesa Carlotta Federica de Mecklenburgo, que murió en 1840.
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Ambos sepulcros se encuentran en el cementerio teutónico dentro de los muros vaticanos, donde una vez estuvo el llamado Circo de Nerón que fue lugar de martirio de muchos de los primeros cristianos. Posteriormente el lugar pasó a ser propiedad de una fundación alemana.
El profesor de medicina legal en la Universidad de Tor Vergata, Giovanni Arcudi, será el encargado de tomar las muestras para el posterior examen de ADN. El especialista explicó a la página de información del Vaticano que se examinarán los restos óseos “para su clasificación y datación y para todos los demás diagnósticos que se puedan hacer en antropología forense, para establecer la edad, el sexo, la estatura”.
Después de este primer examen, se podría “excluir la hipótesis de que los restos óseos pertenezcan a personas diferentes a las dos que fueron enterradas allí”, agregó. Pero en el caso de que se encuentren otros restos humanos, “el tiempo de la operación se alargaría y podría ser útil la identificación odontológica y el estado de los dientes, a partir del cual se puede rastrear hasta la edad”.
Posteriormente se realizará el examen de ADN “para llegar a certezas y excluir de forma definitiva y categórica que en las dos tumbas haya algún resto atribuible a Emanuela”.
Los trabajos se realizarán en presencia de los abogados, las familias de Orlandi y de las personas enterradas en las referidas, y agentes de la Gendarmería vaticana.
El caso Orlandi, la adolescente que desapareció el 22 de junio de 1983 cuando salió de la escuela de música de San Apolinar en el centro de Roma, ha estado rodeado de misterio debido a varias teorías que se han hecho sobre presuntos implicados.
En 2012 la familia Orlandi solicitó una investigación cuando hubo el hallazgo de restos óseos sin identificar al lado de la tumba de Enrico De Pedis, jefe de la “Banda de la Magliana”, la mafia de Roma durante los años 70 y 80, en la basílica de San Apolinar.
Recientemente el hallazgo de unos huesos en el sótano de la nunciatura de la Santa Sede en Roma hizo que se volviese a hablar del caso, pero finalmente se determinó que los huesos eran anteriores a 1964, según la Fiscalía de Roma.