Los mexicanos tienen la mirada en Marte, mucho antes de que los Estados Unidos abrieran las puertas de la NASA.
Los aztecas centurias atrás, marcaron todo el cielo posible e identificaron planetas, crearon calendarios y encontraron patrones celestiales.
Edificaciones, geometrías urbanas, posicionamiento de templos se decidían de acuerdo al movimiento de los cuerpos luminosos.
Un estudio acabado que se estima data del siglo XII es el calendario Xiuhpohualli.
Se trata de un almanaque solar de 365 días de duración.
Regulaba el ciclo de los festivales de cada temporada a lo largo del año y también normaba la agricultura.
Con estos antecedentes en la alforja un grupo de mexicanos se prepara para encarar una misión análoga en la Estación de Investigación del Desierto de Marte.
Este paraje de simulación pertenece a la Mars Society, una institución que persigue divulgar los beneficios del planeta Marte.
La Estación de Investigación del Desierto de Marte (MDRS, por sus siglas en inglés) está en el yermo paisaje de Utah en los Estados Unidos.
Los mexicanos elegidos serán el primer equipo conformado enteramente por descendientes de náhuatles que realizará una misión análoga.
La aventura será protagonizada por la Misión de Exploración 1 (MEx-1), nombre con el que harán historia.
Su comandante, Tania Robles Hernández, durante un encuentro con periodistas, explicó que la investigación se desarrollará del 15 al 30 de diciembre de este año y será la número 201 del programa de misiones análogas que coordina la Mars Society.
Los cosmonautas serán seis estudiantes y varios profesionales que recibirán apoyo de un equipo de acompañamiento y soporte que estará en comunicación con los tripulantes desde México.
De acuerdo a la Mars Society la misión tiene el objetivo de incentivar a la niñez y a la juventud para que se involucren en actividades científicas, humanísticas o sociales relacionadas con el sector espacial.
“Existen diferentes objetivos de las misiones análogas, pero en realidad lo que se espera simular son cinco puntos, aunque no podemos simularlos todos. Podemos enfocarnos en el aislamiento, el ambiente hostil y en simular distancias, lo ideal sería también simular la gravedad y la radiación, pero esto es muy complicado”, dijo Robles Hernández.
De acuerdo a reportes corporativos de la misión “entre los objetivos de la estancia del equipo en la base del MDRS está analizar el desempeño de la tripulación en diversas actividades con las limitaciones reales a las que se enfrentaría una tripulación enviada a una misión de larga duración en el planeta rojo”.
Estas actividades incluyen la elaboración de algoritmos para el control de vehículos de exploración que ayuden a analizar el terreno y recolecten muestras de material sólido.
Gustavo Rízquez.