El uso indebido de opioides prescritos para la gestión del dolor en las consultas veterinarias, podría estar asociado al avance de muertes por sobredosis en humanos, una realidad con la que lidia desesperadamente la nación.
Según un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Medicina Perelman y la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de Pensilvania (UPenn), en los Estados Unidos de América, los récipes terapéuticos de opiáceos se incrementó 41% el año pasado en los centros de salud animal de razas pequeñas. El dato contrasta porque solo se elevaron en el mismo período 13% las citas veterinarias.
Un extracto de la investigación fue divulgada por The Journal of the American Medical Association (JAMA) Network Open.
Los científicos frente a los resultados alertan que el aumento de la prescripción de opioides en la veterinaria puede influir negativamente en el uso que hacen los humanos de los mismos.
Estados Unidos, es una país en el que se habla de la “epidemia de los opioides”, que provoca decenas de miles de muertes por sobredosis cada año, 50 mil en 2017 según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
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Se trata de una realidad que aunque haya sido amortiguada con una legislación endurecida, todavía supone un grave problema, ya que los opioides recetados causan la muerte de 20 mil personas al año.
Asimismo hay que tomar en cuenta este ángulo del problema, debido a que la prescripción de opioides en medicina veterinaria no está tan regulada como en la humana, y es posible que el mal uso contribuya al problema actual del abuso de opioides en EEUU, según el estudio publicado en JAMA Network Open.
Según ha explicado Jeanmarie Perrone, profesora de urgencias médicas y autora del estudio, “incluso cuando el aumento de las prescripciones responde a las buenas intenciones de los veterinarios, puede provocar un incremento de las posibilidades de que las píldoras sobrantes sean mal utilizadas por los miembros de la familia, vendidas o pongan en peligro a los niños mediante una exposición involuntaria. Los resultados de este estudio sugieren que al evaluar la tasa de prescripciones de opioides veterinarios, podemos desarrollar estrategias para reducir los riesgos para la salud humana y animal asociados con el aumento del uso”.