Unicef manifestó su intranquilidad por la seguridad y el bienestar de miles de menores que viajan caminando desde el sur de México hacia la frontera con Estados Unidos.
“La organización está monitoreando la situación de personas migrantes y refugiadas a lo largo de la carretera costera de Tapachula a Tuxtla Gutiérrez en Chiapas, con especial enfoque en la situación de niños y adolescentes, y ha identificado casos de lesiones graves y separación familiar”, dijo la agencia de la ONU en un comunicado.
La organización aseguró que muchos de los niños que caminan en este nuevo éxodo migratorio presentan deshidratación y además están recibiendo un acceso muy limitado a servicios esenciales “para su bienestar físico y emocional, nutrición, educación y protección”.
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La semana pasada el Instituto Nacional de Migración de México refirió que desde enero hasta el último día de agosto se han identificado 34.427 menores de edad, acompañados y no acompañados, que transitaban por territorio mexicano en condición irregular.
En ente migratorio expuso que el flujo de población se triplicó con respecto al mismo periodo en 2020 en el que se identificaron a 11.703 menores de edad, acompañados y no acompañados en condición irregular.
El flujo migratorio aumentó en el país azteca desde octubre de 2018 cuando caravanas con miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, comenzaron a ingresar al país para llegar a Estados Unidos.