Si eres un paria, enfermo y abandonado, tu destino en el refugio es la inyección letal. Veámoslo desde este ángulo: No has cometido delito capital alguno, solo has tenido mala suerte y por desgracia no fuiste honrado con la vida del perro que eres.
Sin embargo hay algunos pitbull con suerte y uno de ellos es “Russ”, un canino de la calle que se transformó en la historia de la periodista Niki Delgado quien trabaja para el canal de youtube Nollygrio, dedicado a divulgar historias recientes, alocadas, edificantes, controvertidas, misteriosas, divertidas, extrañas y alucinantes en los Estados Unidos.
La narración de la periodista tiene como escenario la ciudad de Filadelfia en Pensilvania, donde se dio la historia de amor entre la cuidadora de animales en un refugio, Kayla Filoon y el abandonado pitbull “Russ”, que estuvo en la lista del “corredor de la muerte” hasta que el amor de Kayla lo salvó.
Como en todo romance la historia del primer encuentro suele ser muy codiciada para los que desean acompañar en el viaje a sus amigos.
Kayla dijo que “Russ era un perro rescatado de la calle, y realmente fue un golpe inesperado verlo en ese estado”. “No tenía pelo en su cola ni en las orejas, además de estar desesperadamente flaco por haber vivido varios meses sin comida”.
“Russ se sentó y comenzó a mirarme detenidamente, por lo que pensé que algo tenía que hacer, y cuanto antes”.
La voluntaria sabía que tenía que reaccionar de la manera más rápida, ya que el refugio donde vivía el animal había tenido que sacrificar a varios perros y Russ iba a ser el siguiente.
“Cualquier perro enfermo era sacrificado, así que deduje que si no hacía nada, Russ sería sacrificado en poco tiempo”, indicó Kayla.
Después de algunas horas, Kayla fue hasta el refugio y llenó todo el papeleo para que se pueda realizar la adopción y llegó a hacerse cargo del perro al que iban a sacrificar.
Después de algunas semanas, ella y su perro se hicieron inseparables. Russ parece saber que su dueña fue quien lo salvó de la muerte y siempre que está junto a ella la abraza con mucho amor.
Kayla solo espera que las personas puedan seguir su ejemplo, adopten perros y dejen de comprar animales.