En el marco del triste octavo aniversario del inicio de las hostilidades en Siria, en la que bajo fuego de Bachar Al Asad, la coalición activa, los aliados retirados y las fuerzas rusas, han muerto al menos 400 mil personas con una gruesa representación de mujeres y niños, la reflexión guía a parte de los actores de este escenario a abogar por el diálogo para la resolución del conflicto.
El diálogo, mecanismo que ha sido la salida que siempre ha dado resultados en todos los conflictos del planeta, lamentablemente se invoca como última opción. Sería periodísticamente impropio desviar que el debilitamiento de los esfuerzos diplomáticos son los que guían al uso de la violencia, pero también es impropio recordar que es un perpetuum mobile la imagen de la mesa que se coloca sobre los miles y a veces millones de difuntos ante la futilidad de la guerra.
EE.UU., Francia, Alemania y Reino Unido abogaron este viernes por una salida negociada al conflicto en Siria, que cumple hoy el octavo aniversario su inicio, y rechazaron “la solución militar que el régimen sirio espera lograr”, en un comunicado publicado por el Departamento de Estado estadounidense.
“La solución militar que el régimen sirio espera lograr, con el respaldo de Rusia e Irán, no traerá la paz. La única manera de acabar con la violencia y las penurias económicas así como de garantizar un acuerdo duradero al conflicto es una solución política negociada”, advirtieron.
En ese sentido, respaldaron el proceso de diálogo, auspiciado por la ONU en Ginebra, y las resoluciones de este organismo para “traer una Siria estable y pacífica, y consolidar las ganancias conseguidas con la liberación de territorio del EI (grupo terrorista Estado Islámico)”.
Las potencias occidentales afirmaron que buscarán que haya una rendición de cuentas por los crímenes cometidos durante la contienda para alcanzar la justicia y la reconciliación entre los sirios.
Dentro de los procesos de paz la primera señal que denota la existencia de un paso de avance es el cese al fuego y la que se considera la iniciativa para declarar una paz positiva es la colaboración entre las partes del conflicto.
Ninguna de estas dos acciones se están dando en Siria, solo declaraciones movidas por el estadio emocional que da la inutilidad de haber sacrificado más de 400 mil vidas en nombre de intereses.
La guerra aun persistirá. Estados Unidos tiene “claro que no consideraremos suministrar o apoyar ninguna ayuda de reconstrucción hasta que un proceso político creíble, sustantivo y genuino esté en marcha de forma irreversible”, subrayaron.
El comunicado destaca que “Rusia y Siria deben respetar el derecho de los refugiados sirios a volver a casa voluntariamente y de forma segura, (y) acabar con las pretensiones de que las condiciones son buenas para la reconstrucción y la normalización”.
“Les instamos a embarcarse seriamente en negociaciones que solo puedan traer la paz a Siria”, subrayaron.
En el texto las potencias recordaron que durante estos ocho años “unos 400 mil hombres, mujeres y menores han muerto” y señalaron que hay “decenas de miles desaparecidos en el sistema penitenciario de (Bachar) Al Asad, donde muchos han sido torturados o asesinados”.
“Mientras que el régimen de Al Asad y sus aliados intentan convencer al mundo de que el conflicto ha terminado y que la vida ha retornado a la normalidad, la realidad es que la opresión del régimen al pueblo sirio no ha acabado”, dijeron.
A ese respecto, destacaron que unos 13 millones de sirios necesitan asistencia humanitaria en la actualidad y que once millones, la mitad de la población del país antes de la guerra, están desplazados.