Un baño de sangre fue evitado en Long Beach, California, luego que fuerzas de seguridad estadounidenses detectaran una amenaza terrorista que fue anulada con un plan de infiltración que evitó que una bomba detonara y esparciera cientos de clavos como esquirlas para ocasionar “el mayor número de víctimas” posibles.
Cientos de horas de trabajo policial, combinados con el hallazgo de piezas de inteligencia y labores de vigilancia, ayudaron a las fuerzas antiterroristas de los Estados Unidos a detectar para posteriormente detener a un exsoldado estadounidense quien compartió con un agente encubierto del FBI sus planes para materializar un atentado contra una multitud.
Sobre este caso el vocero fue el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, que a través de un comunicado informó que había sido anulado un ataque terrorista que impactaría a los buenos vecinos en el sur del estado de California.
Una trama escalofriante
De acuerdo a la narrativa de los eventos, el arresto se produjo después de que un agente encubierto del FBI contactara con el sospechoso y le entregara una bomba desactivada, que él pensaba podía funcionar y que sirvió para localizarle.
El detenido fue identificado como Mark Steven Domingo, oriundo de Reseda, California, quien había trabajado en el pasado como soldado de Infantería y posee experiencia en combate en Afganistán.
Declaraciones del fiscal de Distrito Central de California, Nick Hanna, aluden que “la investigación interrumpió con éxito una amenaza muy real, planeada por un soldado de combate entrenado y que en repetidas ocasiones declaró que quería causar el mayor número de víctimas”.
La oficina del fiscal, el FBI y el Departamento de Policía de Los Ángeles consideraron que el arrestado planeaba una “trama de terrorismo escalofriante”.
Domingo estaba en la yihad
Documentos judiciales citados en la investigación, son el soporte que las autoridades tienen para crear el caso contra Domingo, quien expresó en varios mensajes en internet y a una fuente del FBI “su apoyo a la guerra santa” (yihad) violenta, además de su deseo de buscar un castigo por los ataques contra musulmanes, y una disposición a convertirse en mártir.
En el sumario de la investigación se tiene en registro que tras sopesar varios blancos posibles como judíos, iglesias y policías, el sospechosos decidió detonar una bomba en un evento ocurrido el pasado fin de semana en Long Beach (California).
De hecho, el arrestado pidió a un cómplice, que colaboraba con el FBI, que buscara a alguien que fabricara bombas, señaló la fiscalía, que agregó que Domingo compró la semana pasada cientos de clavos para emplearlos como metralla dentro del artefacto explosivo.