Era ocho de julio de 2020 cuando el mundo supo que Naya Rivera estaba desaparecida, cinco días después se confirmó su muerte. Se apagaba una luz talentosa en el mundo.
La actriz de origen puertorriqueño alquiló un bote de recreo junto a su hijo de 4 años para navegar por el lago Piru, pero ninguno de los dos regresó. Un barco localizó al menor solo y dormido sobre la embarcación con un chaleco salvavidas horas después.
Cinco días más tarde, la policía del condado de Ventura confirmó su muerte tras identificar su cuerpo, descartando entonces indicios de «un acto criminal o suicidio» y confirmándose la teoría de un desafortunado accidente mientras nadaba.
Varios miembros de la serie que la lanzó a la fama, «Glee», se unieron junto a los familiares de la actriz para rezar por la ella en la orilla del lago. Rivera se había convertido en un rostro muy popular en la televisión por su papel como Santana López en la serie musical que se emitió entre 2009 y 2015.
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Naya Rivera sigue presente en la vida de sus seres más queridos. Su padre, George Rivera conversó con «Entertainment Tonight» y compartió sus recuerdos sobre aquel día. «Ella me llamó cuando estaba en el barco, y estaba buscando un lugar para bajarse», reveló, añadiendo después que tenía dudas sobre cómo pudo ocurrir este accidente porque ella creció en una «familia de navegantes» llena de «expertos nadadores».
La actriz comenzó a trabajar cuando tenía nueve meses y no paró. Naya Rivera encontró en la televisión y las redes sociales el sitio perfecto para conectar con personas de todo el mundo y cumplir su sueño de brillar.
Rivera nació en Santa Clarita, California, el 12 de enero de 1987, como la primera hija del matrimonio de la modelo puertorriqueña Yolanda y el comerciante George Rivera. Se crió en el barrio de Valencia entre familias latinas con sus dos hermanos, Nickayla, que siguió los pasos de su mamá, y Mychal, quien se convertiría en jugador profesional de NFL.