A pesar de que todos saben que Donald Trump, además de ser el Jefe de la Casa Blanca es un magnate neoyorquino, las evidencias actuales hacen entender que no aprecia el viejo aforismo “silence is golden” y hoy se le ha ido un tuit relacionado con la supuesta colusión rusa que lo colocó en contradicción.
“The longer the tongue, the shorter the hands”, reza un antiguo refrán que muestra el acto vano de tratar de atajar lo dicho, porque nuestras manos jamás serán del tamaño de las palabras arrojadas.
Donald Trump, en un tweet el jueves temprano, reconoció por primera vez que Rusia ayudó a su campaña durante las elecciones de 2016, y luego regresó a la sugerencia en comentarios fuera de la Casa Blanca momentos después.
Trump tuiteó: “No tuve nada que ver con que Rusia me ayudara a ser elegido”.
Veinte minutos después dijo a los periodistas cuando se marchaba para pronunciar el discurso de graduación de la Academia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Colorado Springs, Colorado: “No, Rusia no me ayudó a ser elegido”.
Puedes leer: Fiscal Mueller: Nuestra instancia no podía acusar a Trump de un delito
Esta desatinada declaración llegada a través de la red del “pajarito azul”, arribó en momentos candentes donde la Casa Blanca es el centro del debate político y esos caracteres digitales han sido usados como gasolina por los demócratas que desean que el Jefe de Estado sea sometido a un juicio político.
Russia, Russia, Russia! That’s all you heard at the beginning of this Witch Hunt Hoax…And now Russia has disappeared because I had nothing to do with Russia helping me to get elected. It was a crime that didn’t exist. So now the Dems and their partner, the Fake News Media,…..
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 30, 2019
Uno de los redactores más raudos en atender el desatino, fue Jordania Fabian, un joven redactor de la fuente del Congreso y la Casa Blanca miembro del staff de The Hill, quien escribió que “el tuit llegó en medio de una ráfaga de mensajes un día después de que el abogado especial Robert Mueller hablara públicamente por primera vez sobre la investigación de Rusia, comentarios que parecieron enfurecer aún más al presidente, quien durante mucho tiempo ha denunciado la investigación de dos años como una ‘broma”.
Para el apasionado redactor de Washington las cosas pueden ser terribles con este desliz para el Presidente, porque “incluso si el comentario de Trump fue inadvertido, fue una admisión asombrosa porque anteriormente se había negado a estar de acuerdo con la conclusión de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos de que el esfuerzo de interferencia de Moscú estaba diseñado para ayudarle a ganar”.
Justo ayer el ex fiscal especial Robert Mueller en sus comentarios enfatizó que su investigación descubrió “múltiples y sistemáticos esfuerzos para interferir en nuestra elección”, algo que dijo “merece la atención de todos los estadounidenses”.
Pero Trump se centró en golpear a Mueller y en reclamar su reivindicación, diciéndole a los reporteros el jueves que el consejo especial estaba “en conflicto” y que “nunca debería haber sido elegido” para el trabajo mientras atacaba la sonda como “un gigantesco hostigamiento presidencial”.
Apuntando a que los demócratas del Congreso sopesen el juicio político, el presidente dijo que no veía cómo podían hacer ese movimiento, llamándolo “una palabra sucia, sucia y repugnante”.
El presidente también afirmó que tiene “poderes presidenciales que usted no creería” que lo protegerían de cualquier cargo de obstrucción a la justicia, “pero ni siquiera tengo que confiar en el Artículo II. No hubo ningún crimen. No hubo obstrucción. No hubo colusión, no hubo nada”.