Aunque es cierto que el barco aún no está “haciendo aguas”, no es menos verdad que ya es larga la cadena de equívocos, tropiezos y cabos sueltos con los que se ha encontrado el equipo de defensa del presidente Donald Trump, situación que de seguir ese cauce lo enviaría en una ruta directa a un impeachment.
El dato “incriminatorio” lo habría dado el Encargado de Negocios de la Embajada de los Estados Unidos en Ucrania, William Taylor, quien fue depuesto el pasado martes y diversas fuentes periodísticas aseguran que habría dicho que Donald Trump si habría incurrido en un “quid pro quo” al intentar obtener un favor político presionando al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, para que iniciara una investigación sobre el ex vicepresidente Joe Biden.

Si hacemos una sumatoria de traspiés, podemos incluir a Mick Mulvaney, quien “dijo y se desdijo” en torno al “favor político” que habría pedido el mandatario a su par ucraniano; la imprudencia reprochada por los republicanos del propio “indiciado” tras calificar de linchamiento el proceso “democrático” que se le sigue y los vetos realizados que han dado la apariencia de que la Administración “tendría algo que esconder”.
No obstante en estos pugilatos da lo mismo ganar por KO o por puntos, lo importante es vencer y es sobre esa premisa es que los asesores de Trump en la Casa Blanca le estarían solicitando que analice la necesidad de contratar un estratega, que con destreza de un “second”, para que se encargue de preparar como será la pelea contra el advenimiento de un “juicio político” hasta el último asalto.
Dos años sin estratega
Ya se cumplieron más de dos años desde que Stephen Bannon fue obligado a abandonar el cargo como estratega de la Casa Blanca. Frente a las circunstancias algunos “cercanos a Trump” le han insistido en la posibilidad de traer a un operativo político veterano que pueda tomar el control de la investigación del juicio político, coordinándose con los legisladores del Partido Republicano y proporcionando ayuda en las comunicaciones de crisis.
Según los oídos en las paredes del Despacho Oval, el ex gerente de campaña presidencial del senador Ted Cruz, Jeff Roe y Mike Davis, quien dirigió el esfuerzo del Senado para confirmar al juez Brett Kavanaugh, están entre los nombres que están siendo abordados, a pesar de que no se tienen conocimiento de que hay planes de traer a nadie en este momento.
Seguridad republicana
De acuerdo a la estructura conservadora las cosas en torno al hipotético impeachment aún están bajo control. Solo hace falta tener las cosas claras y no desesperar.
Es cierto que a veces la adversidad entra en escena y desordena la casa y a muchos les gustaría ver una respuesta más coordinada y profesional para igualar a los demócratas, que se han mantenido fieles a una “hoja de datos” que la presidenta Nancy Pelosi publicó esta semana y que detalla cómo dice que Trump “traicionó su juramento al cargo, traicionó nuestra seguridad nacional y traicionó la integridad de nuestras elecciones para su propio beneficio político personal”.