Donald Trump exhibió este sábado el poder del ejército de Estados Unidos con su soñado desfile militar el día de su cumpleaños, pero una multitud de manifestantes lo llamaron tirano en protestas en todo el país.
En un ambiente ensombrecido por la muerte a tiros de una congresista estatal demócrata por la mañana, el desfile y las manifestaciones pusieron de relieve lo profundamente dividido que está Estados Unidos.
En el palco, acompañado por su esposa Melania, el presidente republicano hizo el saludo militar mientras los tanques rugían, sobrevolados por aviones.
Casi 7.000 militares recorrieron el centro de Washington en el desfile más grande de este tipo desde 1991 bajo un cielo nublado pero sin las tormentas eléctricas que predecían los meteorólogos.
“¡USA! ¡USA!”, gritaron los asistentes cuando el que ha sido el 45º y 47º comandante en jefe del ejército subió al palco para conmemorar el 250 aniversario de la creación de las fuerzas armadas.
Una salva de 21 cañonazos, seguida del himno estadounidense, marcó el comienzo de un espectáculo castrense que costará hasta 45 millones de dólares, según las autoridades.
Durante casi dos horas los tanques resonaron, los paracaidistas descendieron de los aviones y los helicópteros volaron a baja altura, mientras el público retrataba el momento con sus teléfonos móviles.
La muchedumbre observó en silencio el paso de los soldados con uniformes de distintas guerras. De vez en cuando, se escuchaba “¡Gracias, Ejército!” entre vítores y gritos de alegría.
Según la Casa Blanca, había 250.000 espectadores. La AFP no ha podido confirmarlo.
“Más fuerte que nunca”
“Somos el país más pujante del mundo en este momento, y nuestro país pronto será más grande y más fuerte que nunca”, prometió Trump al final del desfile.
“Esta noche, afirmamos con certeza inquebrantable que en los años venideros y en cada generación a partir de entonces, siempre que el deber llame y cualquier peligro aceche, el soldado estadounidense estará allí”, advirtió.
En un país muy polarizado políticamente sus simpatizantes se deleitaron con el desfile, pero fue la gota que colmó el vaso para sus detractores.
“Estoy aquí porque soy fan del presidente y también porque apoyo a las fuerzas armadas”, dijo Oscar Williamson, un estudiante de 17 años del estado de Nueva York, que respalda la drástica política migratoria del republicano.
“Sin reyes”
Pero en cientos de ciudades, como Nueva York, Los Ángeles, Chicago o Houston, cientos de miles de personas se opusieron a sus directrices en la mayor movilización en el país desde que el magnate regresó a la presidencia en enero pasado.
Los organizadores la bautizaron “Sin reyes” porque creen que Trump actúa como si fuera uno. Su objetivo: “rechazar el autoritarismo, la política de los multimillonarios y la militarización” de la democracia.
“En Estados Unidos la ley es el rey”, declaró Ilene Ryan a la AFP en una manifestación en Boston.
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En Nueva York, decenas de miles de personas, vestidas con impermeables y con paraguas de colores, recorrieron la Quinta Avenida bajo la lluvia al son de tambores, campanas y cánticos: “¡Ey, ey, oh, oh, Donald Trump tiene que irse!”.
Los actores Susan Sarandon y Mark Ruffalo fueron vistos empapados entre los manifestantes.
En Los Ángeles, escenario de días de protestas contra las redadas migratorias, la policía comenzó a desalojar a las personas en medio de la confusión.
Policías a caballo hicieron retroceder a la multitud y las fuerzas de seguridad usaron gases lacrimógenos y granadas aturdidoras horas antes de un toque de queda a las 20H00 (03H00 GMT).
Según una portavoz policial, un “pequeño grupo de alborotadores” comenzó a lanzar piedras, botellas y bengalas.
Si la gente se niega a irse, “haremos arrestos”, dijo. “Hemos sido pacientes todo el día”, añadió.
Muerte a tiros
La jornada se vio enlutada por varias tragedias.
Un tiroteo en una manifestación en la ciudad de Salt Lake City (oeste) causó al menos un herido grave, informó la policía.
En Minnesota un hombre mató a la congresista estatal demócrata Melissa Hortman y a su esposo Mark, mientras que el senador John Hoffman, también demócrata, y su esposa Yvette resultaron heridos, declaró el gobernador Tim Walz, que calificó el episodio de “acto de violencia política selectiva”.
Trump, quien sobrevivió en 2024 a un intento de asesinato, dijo que el ataque es “terrible.
Por: AFP