Desde la frontera sur el presidente Donald Trump realizó declaraciones impactantes con el fin de generar un epicentro que anime a los republicanos acompañarlo en la creación de un movimiento telúrico de opinión pública que respalde su proyecto de levantar el muro frente a México usando una declaratoria de emergencia nacional.
El Jefe de la Casa Blanca visitó algunos puntos fronterizos ayer desde donde al menos tocó el sismógrafo del senador Lindsey Graham, uno de los legisladores más influyentes en la Cámara Alta, quien dijo que “es hora de que el presidente Trump use los poderes de emergencia nacional para financiar la construcción de un muro fronterizo. Espero que funcione”.
Desde la localidad fronteriza de McAllen, Texas, el Jefe de Estado dijo tener “el derecho absoluto para declarar una emergencia nacional. No debería de llegar a declararla porque esto es de sentido común. (…) Necesitamos un muro”.
En los últimos días, la Casa Blanca ha empezado a sentar las bases para una posible declaración de emergencia nacional para construir el muro y han estudiado diferentes vías de financiación, incluyendo dinero no utilizado en el presupuesto del Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense, informó el diario Washington Post.
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De acuerdo a esa publicación, Trump ha instado a ese cuerpo a determinar qué tan rápido podrían firmarse los contratos y si la construcción podría comenzar dentro de 45 días.
Con su presencia cerca a la nación vecina, el neoyorquino en sus declaraciones a la prensa defendió que “nunca” dijo que México escribiría un cheque para pagar la construcción del muro, a pesar de que ha repetido en reiteradas ocasiones que el país vecino financiaría la protección fronteriza.
“Cuando durante la campaña electoral yo dije ‘México pagará por el muro’, obviamente, nunca quise decir que van a escribir un cheque; dije que lo van a pagar. Y lo van a hacer”, insistió el mandatario.
Sin embargo, los registros de la campaña electoral están a la orden de todos y Trump describió en abril de 2016 los pasos que el entonces candidato tomaría para obligar a México a pagar entre 5 mil y 10 mil millones de dólares para financiar el muro.
Todos estos eventos se llevan a cabo en medio de un cierre que mantiene parte de la Administración cerrada desde hace 20 días.
Desde el pasado 22 de diciembre, Trump ha insistido en incluir fondos para la construcción de la barrera fronteriza en los presupuestos federales, una propuesta que ha chocado frontalmente con la nueva mayoría demócrata en la Cámara Baja.
Este bloqueo, al parecer infranqueable, es lo que ha llevado al mandatario a sopesar la idea de declarar una emergencia nacional en EE.UU. para tener la posibilidad de reasignar fondos militares para la construcción del muro, una amenaza que repitió ayer en la zona limítrofe con México.
Los aliados republicanos de Trump siguen metiendo presión en el ámbito administrativo y ayer se supo que el líder de la mayoría republicana en esa cámara, Mitch McConnell, bloqueó las propuestas demócratas de la Cámara Baja para reabrir la Administración.
“Lo último que tenemos que hacer ahora es un intercambio sin sentido”, dijo McConnell en el Senado, refiriéndose a una votación sobre unos paquetes de leyes que los republicanos ya han avisado que no iban a aprobar.