Las niñas y adolescentes en América Latina dedican casi el doble de tiempo que sus pares varones al trabajo doméstico y al cuidado de otras personas, según un estudio de Unicef difundido en México.
En todo el mundo estas labores no remuneradas recaen principalmente sobre las mujeres, lo que obstaculiza su acceso a empleos de tiempo completo y merma su desempeño académico, señala la investigación.
Niñas y jóvenes “asumen de forma desproporcionada responsabilidades domésticas”, dijo Roberto Benes, director regional de Unicef para América Latina y el Caribe, sobre los datos recabados en Argentina, Chile, Colombia, México y Uruguay.
En promedio, en estos países las adolescentes dedican 2,25 horas diarias a las tareas domésticas, mientras que los varones invierten 1,3 horas, detalla el reporte sobre el uso del tiempo por parte de esa población.
En las familias más pobres la brecha entre mujeres y hombres adolescentes se duplica, pues las jóvenes llegan a invertir al menos 14 horas más por semana a tareas domésticas que sus pares hombres, añadió un comunicado del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
Los trabajos de cuidados no remunerados, que incluyen niños, personas de tercera edad y enfermos, “constituyen una de las principales barreras para la igualdad de género”, afirmó por su parte María Noel Vaeza, directora regional de ONU Mujeres, citada en el texto.
Efectos perjudiciales en adolescentes
“Dedicar una cantidad de tiempo excesiva a trabajos no remunerados durante la adolescencia puede tener efectos perjudiciales sobre diversos aspectos de la vida de una persona joven. Puede ser un impedimento para gozar plenamente de sus derechos, entre ellos, el derecho a la salud, a la educación, al esparcimiento, al descanso y a la participación”, precisa el informe.

Unicef aseguró que cuando se carga de responsabilidades domésticas y de cuidados a los adolescentes, en especial a las niñas, tienen menos tiempo disponible para involucrarse en actividades sociales y disfrutar la compañía de sus pares. “Estas interacciones sociales y experiencias de esparcimiento son cruciales para forjar una personalidad integral y saludable”.
Además, el excesivo tiempo destinado a tareas domésticas puede perjudicar los resultados educativos de los y las adolescentes. Puede afectar:
- Su asistencia regular al colegio.
- Su capacidad de terminar las tareas.
- El potencial de sacar provecho de las oportunidades de aprendizaje que ofrece la educación formal.
- Cada adolescente que se sobrecargue de tareas domésticas puede mostrar un mal desempeño académico.
- Atrasarse en sus estudios o directamente abandonarlos.
Estos contratiempos en el ámbito educativo pueden tener efectos a largo plazo, ya que pueden afectar su trayectoria futura en el mercado laboral y limitar sus oportunidades económicas.
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“Por otra parte, la división del trabajo no remunerado en función del género durante la adolescencia puede perpetuar la consolidación de los roles de género tradicionales en la adultez. Los estudios llevados a cabo en países desarrollados arrojaron que los patrones diferenciados por género adoptados en edades tempranas se mantienen en las siguientes etapas de la vida”, señala el texto.
Cuando se les asignan responsabilidades de manera desproporcionada a los adolescentes, en especial a las niñas, de tareas domésticas y de cuidados, es posible que interioricen estos roles y expectativas, lo que influirá sobre sus preferencias y comportamientos en la vida adulta. De este modo, se podrían perpetuar las desigualdades de género y vulnerar las oportunidades de las mujeres en cuanto a crecimiento personal y profesional.
Por: AFP / Beatriz Oliva