“El pueblo de Pensilvania ha ejercido su voto. Ha reafirmado rotundamente su deseo de un gobierno con fuertes controles y equilibrios. Que trabaje en su interés y no para su propio poder”. Desde ya puede decirse que Tom Wolf está bajo control. Las comillas son la declaración conjunta del presidente republicano de la Cámara, Bryan Cutler y el líder de la mayoría, Kerry Benninghoff.
Las dos enmiendas constitucionales votadas en las recientes elecciones primarias restan competencias al Gobernador. Wolf dijo que habló con los líderes legislativos de ambos partidos para trazar un camino a seguir.
“Estamos empezando esa conversación”, dijo este miércoles en una conferencia de prensa en Pottstown. “No se puede pulsar un interruptor y hacer el cambio. Pero los votantes han hablado. Vamos a hacer lo que creo que los votantes esperan que hagamos y sacar lo mejor de ello.”
Gobernador bajo control
Los republicanos pensilvanos obtuvieron una importante victoria en sus esfuerzos por restringir el poder del gobernador en situaciones de emergencia. Desde luego la futura enmienda controlará a cualquiera que se siente en la silla de Harrisburg. Solo contar con un legislativo del mismo signo permitirá al Ejecutivo poderes plenos.
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Pronto no será potestad del gobernador hacer que una declaratoria de emergencia dure 90 días. Menos que su vigencia sea renovada por un lapso igual. Ahora necesitará la autorización del legislativo y solo podrá crear una declaratoria bajo una sola denominación. Y contará con 21 días para lidiar con el problema. Si la Gobernación no logra su cometido, deberá buscar la autorización del legislativo.
Los cambios son los primeros en EEUU realizados por los votantes para restringir los poderes de emergencia de un gobernador. Llegan en un momento en que los legisladores republicanos de todo el país han tratado de hacer retroceder los poderes de emergencia que los gobernadores ejercieron durante la pandemia del COVID-19.
Una dura lucha
Lograr poner al Gobernador bajo control no fue una tarea fácil. Se indica en término personales esta pelea porque la enmienda nacerá de una frustración. La elección pone fin a una lucha de poder de más de un año entre el gobernador demócrata Tom Wolf y la legislatura estatal. Los republicanos desde el parlamento consideraron la respuesta a la COVID-19 dada por Wolf como inadecuada.
Las preguntas en las urnas casi siempre se aprueban. Pero este “si” aprobación, fue relativamente estrecha. Cuando se decidió la contienda, con más de dos millones de sufragios escrutados, los votos por el “sí” y el “no” estaban a diez puntos porcentuales de distancia. Mientras que dos enmiendas menos controvertidas tenían márgenes de 40 puntos.
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Los conservadores a través de un comunicado hablaron acerca de su competencia. “Estamos preparados para gestionar razonable y responsablemente Pensilvania a través de esta pandemia global en curso. Asimismo sobre el flagelo de la adicción a los opioides, y otros desafíos a largo plazo que pueden llegar a enfrentar esta Commonwealth”.
Los republicanos han acusado a Wolf de gestionar la pandemia de COVID-19 sin la participación de la Asamblea General. Esto ha provocado quejas generalizadas. Éstas han tenido que ver con el cierre de empresas. Además con problemas del sistema de desempleo y el número de muertes en residencias de ancianos, entre otras cosas.