El golfista estadounidense Tiger Woods marcó un nuevo hito en su brillante carrera deportiva. El domingo ganó el Masters de Augusta, su 15º grande, su quinta chaqueta verde, en lo que es seguramente el regreso más increíble jamás visto en el deporte mundial.
Este triunfo llega 11 años después de su último major, el US Open de 2008, 14 desde su éxito anterior en Augusta y tras superar varias lesiones (ocho operaciones, cuatro de espalda y cuatro de rodilla), que le hicieron pensar que nunca volvería a jugar al golf, y tras verse involucrado en escándalos personales que amenazaron con acabar su carrera.
Solo un enorme afán de superación ha resucitado a los 43 años al Tigre. Su hazaña en Augusta lo ubica a solo un título de igualar el récord de Jack Nicklaus, quien ganó seis veces ese torneo.
También queda a solo tres títulos de major para igualar la marca de 18 que tiene Nicklaus, el golfista que más ha ganado competencias mayores en la historia del golf.
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Woods ganó con un total de 275 golpes, 13 bajo par, con lo cual superó a sus rivales Dustin Johnson, Xander Schauffele y Brooks Koepka.
“Estoy un poco ronco de gritar. Solo estaba tratando de abrirme camino durante todo el día y de repente tenía el liderato”, dijo Woods tras la victoria.
Woods celebró de manera eufórica y abrazó a su madre y a sus hijos que lo acompañaban en el campo de juego.
“Al tener a mis hijos allí se completa el círculo. Mi papá estuvo aquí en 1997 y ahora soy yo el papá con dos hijos aquí”, dijo Woods.
La jornada de este domingo consolidó el resurgimiento de Woods, quien se perdió este torneo en 2016 y 2017 debido a problemas en su espalda que lo obligaron a someterse a una cirugía.
En septiembre de 2018 Woods ganó el Tour Championship en EE.UU, lo que marcó un inesperado y sorprendente regreso de quien fuera número uno del mundo.
¿El mejor de todos?
Muchos descartaron la carrera de Woods cuando las lesiones le pasaron factura en la clasificación mundial de 2017, y en su vida.
Admite que las tareas cotidianas como levantarse de la cama, conducir y llevar a sus hijos a la escuela le costaban trabajo, y se ha informado ampliamente que durante una Cena de Campeones pre-Masters hace un par de años dijo: “Ya terminé”.
Pero después de ver a un especialista en Inglaterra, Woods se sometió a una cirugía de fusión, su cuarto procedimiento de espalda en Estados Unidos. Sin embargo, mientras las cosas se veían sombrías desde el punto de vista de juego, Woods parecía haber tocado fondo cuando fue arrestado conduciendo ebrio, también en 2017. Se declaró culpable de conducir de manera imprudente. Pero a partir de ese momento, la trayectoria de Woods ha llegado a las alturas.
Por consejo médico empezó a golpear pelotas de golf en su casa a fines de agosto de 2017 y regresó al circuito en 2018 con un éxito notable. Lideró brevemente el Abierto en Carnoustie antes de terminar segundo con Koepka en el Campeonato de la Asociación de Golfistas Profesionales de EE.UU. (PGA, por sus siglas en inglés). También ganó el Campeonato de Tour, su título 80 de PGA, solo dos detrás del récord de Sam Snead.
“Este es uno de los más difíciles que he tenido que ganar debido a lo que sucedió en los últimos dos años”, agregó Woods.