Alvin Braziel, un reo de Texas, se constituyó en la ejecución judicial número 24 de los Estados Unidos durante 2018 y la decimotercera en el vigésimo octavo estado de la Unión.
La historia sanguinaria y criminal que rodean los crímenes de Braziel, concluyeron con la aplicación de la inyección letal y fue declarado muerto a las 19:19 hora local.
La sentencia fue aplicada en la prisión de Huntsville (cerca de Houston), según notificó el Departamento de Justicia Criminal de Texas.
La manifestación pública de arrepentimiento por lo que hizo, llegó 25 años después de su delito capital, cuando como últimas palabras se disculpó con la mujer que violó y que sobrevivió al suceso donde Braziel asesinó a su marido.
La escalofriante historia que llevó a la cárcel a Alvin Braziel comenzó la noche del 21 de septiembre de 1993.
Después de una placentera cena, los para entonces recién casados Douglas y Lora White salieron a dar un paseo por un sendero que rodea la Universidad Eastfield College, a las afueras de Dallas (Texas).
De entre los arbustos apareció Braziel, que tenía 18 años, con un revólver y la intención de robarlos, pero los White no llevaban dinero.
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De acuerdo a la narrativa a la que se accedió por intermedio de documentos judiciales, Braziel los obligó a arrodillarse y la joven pareja ( 27 años él y 23 ella) empezó a rezar.
“¿Dónde está su Dios ahora?”, se mofó Braziel de manera mórbida antes de disparar al hombre en la cabeza y el pecho, se puede leer en los registros.
Sin un ápice de vacilación, el ya homicida Braziel, arrastró a la joven esposa hacia los arbustos y la violó.
La justicia no llegó de inmediato para Alvin Braziel, quien evadió su responsabilidad por el caso durante ocho años.
En 2001 las autoridades conectaron el ADN de Braziel con el obtenido de la mujer tras la violación.
En ese entonces Braziel cumplía condena por una agresión sexual a una chica de 15 años sucedida en 1996.
Tres años después de los crímenes contra el matrimonio White, ya Braziel se había transformado en un violador consumado y el rastro de sus otras posibles víctimas quedó borrado con la inyección que le paralizó el corazón.
Desde que el Tribunal Supremo restituyó la pena de muerte hace cuatro décadas, en EE.UU. han sido ejecutadas 1.489 personas, su mayoría -558- en el estado de Texas.
Florida tiene prevista otra ejecución para mañana jueves, la que será la última de 2018 en Estados Unidos.
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