El terrorismo doméstico aventajó en casos a los vinculados con la barbarie internacional durante 2018 de acuerdo a una estadística a la que tuvo acceso el diario capitalino The Washington Post.
Las autoridades estadounidenses detuvieron en 2018 a 150 personas relacionadas con casos de terrorismo “nacional”, frente a las 110 que fueron arrestadas por su vinculación con organizaciones extremistas internacionales, según datos del FBI que fueron desvelados en una recopilación periodística.
The Washington Post mostró unas estadísticas en las que se evidencia el repunte de las detenciones de terroristas locales frente al año pasado, cuando el Buró Federal de Investigaciones (FBI) aprehendió a 120 sospechosos.
El lapso de contraste, en 2017, fueron detenidas en Estados Unidos cien personas investigadas por acciones inspiradas por grupos extranjeros, como Al Qaeda o el Estado Islámico, treinta de los cuales se enfrentaron a cargos por terrorismo.
Es así que los 150 presuntos terroristas domésticos arrestados el año pasado, sólo nueve se enfrentaron a cargos por terrorismo.
El problema, señala el diario que cita fuentes de la agencia de investigación, es que la legislación estadounidense no contempla a grupos nacionales como organizaciones terroristas, por lo que en caso de arresto no suelen presentarse cargos por terrorismo.