El llamado “Supermartes” es la más grande piñata electoral de los Estados Unidos, con mayor número de estados en decisiones primarias, así como el más alto volumen de delegados en juego; por lo tanto, se decide el candidato de uno o de los dos partidos.
En este año los republicanos están poco interesados en los asuntos del partido, porque la decisión del presidente de Donald Trump de lanzarse a la reelección ha hecho que se cree un “túnel” que tiene en el 3 de noviembre una fácil salida.
En esta oportunidad las estados que se suscribirán al Supermartes serán Alabama, Arkansas, California -el estado que aporta más delegados-, Colorado, Georgia, Massachusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Vermont y Virginia.
Más que presidenciales
Para los demócratas el 3 de marzo es la cita. Sin embargo es importante acotar que no toda la energía esta puesta en las presidenciales, porque en noviembre también se regenerarán los 435 escaños de la Cámara de Representantes que pasan a elección.
Puedes leer: Bernie Sanders “hit jackpot” demócrata en el Caucus de Las Vegas

En la actualidad los demócratas controlan la Cámara de Representantes con un margen de 232 a 198, con un miembro independiente y 4 vacantes.
Asimismo se disputarán 35 de los 100 puestos del Senado Federal. Los republicanos ahora controlan el Senado, 53 a 45, con dos senadores independientes quienes tienen tendencia liberal.
Otro detalle que haría cambiar la actual balanza del poder es que en noviemnre 11 estados elegirán gobernadores. En la actualidad 26 gobernadores son republicanos y 24 demócratas.
La importancia que tiene el Supermartes es que en ese evento se elegirán centenares de candidatos a senadores y representantes estatales, al igual que jueces y funcionarios locales.
Vaticinios y predicciones
Existe la creencia basada en estadísticas, que advierte que el triunfador de un supermartes se transforma a la postre en el candidato a la Presidencia.
En ambientes progresistas Bernie Sanders ha logrado lo que las encuestas no veían, ha aglutinado la voluntad que se desea dar en lucha frontal contra un presidente que no crea la sinergia suficiente para que la nación tome decisiones bipartidistas y consensuadas.

El auge de Sanders dio energía a su legión de seguidores progresistas, incluidos jóvenes atraídos por sus propuestas de instaurar un sistema de salud gestionado por el Estado y eliminar la deuda universitaria. Pero encuentra una oposición entre campañas rivales y otros demócratas moderados que recuerda a los esfuerzos sin éxito que hicieron los republicanospara detener a Trump quien llegó a la Casa Blanca en 2016.
Puedes leer: Inteligencia informó al Congreso que Rusia interfiere en elecciones a favor de Trump
En conclusión, la revolución de Bernie Sanders ha llegado. Y si la dinámica de las primarias demócratas no cambia, el veterano senador por Vermont apunta a una realidad improbable hasta hoy para los demócratas: un socialista podría ser el nominado del partido para pelear por la presidencia de EE.UU.
El Super Tuesday verá entrar por la puerta de los elegidos a un candidato que ha sabido defenderse muy bien de las acusaciones de “comunista” que han llegado de ambos lados de la acera y con su estilo radical, pareciera ser el mejor de los canes para latirle en la cueva al macho alfa que no desea que lo saque de la Casa Blanca.