Trabajar con las leyes que hay y buscar las mejores ventajas para ayudar a la gente es la misión de Steven Larín, abogado de inmigración. Como especialista entiende que las injusticias en otras naciones y la política en EEUU a veces logra malas conjugaciones. Desde luego su fe está puesta en quien lucha por llegar al país para trabajar, prosperar e integrarse.
Larín nació en EEUU, el primer ciudadano americano de su familia de cuatro miembros. Su madre, ya fallecida, con su padre y hermano mayor llegaron a Los Ángeles desde El Salvador en los setenta. Actualmente trabaja en el Nationalities Service Center. La institución que está celebrando 100 años de servicio a la comunidad de inmigrantes de Filadelfia.
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“Viviendo en casa como hijo de inmigrantes, fui testigo de los obstáculos. Y sí, siempre pensé que, si tuviera la oportunidad, ayudaría”. Y Larín cumplió. Se graduó en el Swarthmore College y en la Facultad de Derecho de Loyola Marymount, en Los Ángeles. Durante los últimos 15 años, ha manejado miles de casos para inmigrantes aquí en Filadelfia.
La visión de Steven Larín
Nuestro abogado de inmigración es un hallazgo editorial de la fantástica sección de WYHH. Se denomina “Los 47: Historias a lo largo de una ruta de autobús”. La visión de la Ciudad del Amor Fraterno ha moldeado las herramientas jurídicas de Steven Larín.
“Filadelfia es Filadelfia debido, entre otras, a la contribución de todos los inmigrantes de todo el mundo. En este momento, tal vez la atención se centre en los inmigrantes latinoamericanos. En el futuro, su contribución a Filadelfia será obvia. Sucederá igual como pasó con los primeros inmigrantes que dejaron sus huellas en la ciudad”.
La mayor parte de la pelea del inmigrante es encajar. “La población de las escuelas públicas estaba cambiando y había mucha tensión, muchos problemas”, recuerda Larín. “A las personas de diferentes comunidades, no les gustaba que hubiera tantos inmigrantes latinos”. En casa, su padre hablaba sobre el trato injusto en el trabajo. Era un tema común entre primos y amigos. “Al mismo tiempo, lo pasamos bien y encontramos felicidad en lo que hacíamos y cuando nos reuníamos”, recordó.
Un hijo de salvadoreños
Las cuestiones de inmigración cambian con las leyes y los tiempos. “Pienso mucho en la… historia migratoria del pueblo salvadoreño”, dijo Steven Larín. En los años 80, muchos huían de la guerra en El Salvador.
Llegaron a EEUU en busca de asilo, dijo, y a la mayoría se les denegó. “Mientras tanto, los inmigrantes de Nicaragua recibían un trato diferente. Esto debido a la oposición de Estados Unidos al gobierno nicaragüense de izquierdas”.
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“La historia está conectada. Las personas huyen por situaciones creadas por toda esa historia en El Salvador. Pero también por las leyes de inmigración de Estados Unidos.”
“La gente tiene derecho a trabajar y si el trabajo ya no existe en un lugar, o si hay desastres naturales, o violencia, va a buscar donde tenga la oportunidad de aportar y prosperar, ¿verdad? Todos los estudios han demostrado que los inmigrantes vienen y crean nuevos negocios. Más que las personas nacidas aquí”, agregó.