En el marco de una retirada ordenada por el presidente Donald Trump, el destino acompañó a la saña del Estado Islámico, radicales que en un ataque suicida dieron muerte a varios soldados estadounidenses.
El golpe fue perpetrado en la ciudad de Manbech, en el norte de Siria, de acuerdo a datos oficiales entregados a los medios por la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
“Militares estadounidenses fueron asesinados durante una explosión mientras llevaban a cabo una operación rutinaria de patrulla en Siria”, dijo un portavoz de la coalición internacional en su cuenta oficial de Twitter.
El portavoz no dio más detalles, pero, según los medios, fueron cuatro los soldados estadounidenses muertos y tres los heridos en el ataque, que de acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, dejó por lo menos 16 víctimas mortales.
U.S. service members were killed during an explosion while conducting a routine patrol in Syria today. We are still gathering information and will share additional details at a later time.
— OIR Spokesperson (@OIRSpox) January 16, 2019
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo en un breve comunicado que el presidente estadounidense, Donald Trump, había sido informado sobre el ataque y seguirá “supervisando la situación en Siria”.
A mediados de diciembre de 2018 Donald Trump dio por vencida la guerra contra el grupo Estado Islámico. La apreciación la realizó a través de su cuenta de Twitter, en la que recordó que derrotar al EI era el objetivo y única razón por la que Estados Unidos mantenía a sus tropas en Siria.
El ataque es el primero que tiene lugar desde que EE.UU. anunciara el pasado 19 de diciembre la retirada de sus tropas del norte de Siria y después de que el día 11 de enero comenzara el proceso de repliegue.
Horas después de que la Casa Blanca anunció el retiro de unos 2 mil militares que se encuentran en Siria, el ministro de la Defensa de los Estados Unidos, James Mattis, dimitió al cargo, tras mantener numerosas diferencias con el presidente Donald Trump, específicamente, vinculadas al retiro de las tropas militares de Siria.
Sin menoscabo a lo ocurrido hoy, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, defendió la decisión de Trump de retirar las tropas del país árabe.
“Estamos trayendo a nuestras tropas a casa. El califato se ha desmoronado y hemos derrotado al EI”, proclamó Pence durante un discurso en el Departamento de Estado, sin mencionar el ataque registrado unas horas antes.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos indicó hoy que dos soldados de la alianza antiyihadista habían fallecido en el atentado, aunque no especificó su nacionalidad.
A la lista de bajas se suman nueve civiles y cinco combatientes sirios de las fuerzas aliadas a la coalición que controlan la zona, quienes perdieron también la vida en la explosión, que se produjo en el restaurante Qasr al Umara, en el centro de Manbech.
Además, el ataque dejó diez civiles heridos y un miembro de la coalición internacional, de acuerdo con el Observatorio.