Nadie dijo que ser papás era fácil, sin embargo, debemos poner atención a nuestras propias conductas para con nuestros hijos, ya que desde que son pequeños van forjando su propio futuro, por lo que es muy importante tratar de guiarlos por el camino correcto.
Un error muy común en muchos padres, sean primerizos o no, es la sobre protección, ya que confunden el cuidado con la invasión, se autoengañan diciendo que no quieren que pasen lo mismo que nosotros o probablemente tenemos miedo a que cometan errores que cometimos en el pasado.
Pero lo único que logramos al estar siempre al pendiente de sus acciones es formar personas débiles, flojas, inseguras e incapaces de afrontar los problemas de la vida real, con lo que provocaremos que no tengan aficiones, metas o sueños que cumplir, pues sus padres todo deciden por ellos y les dicen que o no hacer.
La sobreprotección también es conocida como niño centrismo (mimar a los hijos en extremo) o por lo contrario les haremos creer que son torpes, incapaces, tontos o inútiles y lo van a creer toda su vida.
Características de los niños sobreprotegidos
– Desarrollan menos competencias emocionales y tienen más dificultades para resolver conflictos, porque ya lo hacen sus padres.
– Hacen amigos, pero les cuesta fidelizarlos, porque no están acostumbrados a ceder.
– Carecen de tolerancia a la frustración.
– Le ponen poco empeño a sus actividades.
– Muy pocas cosas los satisfacen.
A estos pequeños se les ha hecho creer que son el centro del universo, suelen convertirse en niños narcisistas pero, en el fondo, son seres con baja autoestima y poca confianza en sí mismos ya que no han aprendido a solucionar los problemas por sí solos. Son más dependientes y manipulables, no saben tomar decisiones y en lo general son víctimas de bullying.
Fuente:www.padresehijos.com.mx