La Southeastern Pennsylvania Transportation Authority (Septa) anunció que se podría reducir el servicio en un 20% y aumentar las tarifas en un 30% en otoño, a medida que aumenta la preocupación en los usuarios.
Cuando finalice el financiamiento federal por la pandemia de Covid-19 en julio, Septa enfrentará un déficit de $240 millones, lo que podría provocar cambios en el servicio de tránsito en todo el sistema y la región.
La directora Ejecutiva y gerente General de Septa, Leslie Richards, destacó que la principal prioridad de la agencia de tránsito es que los funcionarios electos comprendan el valor del servicio para la economía y para los habitantes de la región de Filadelfia.
“SEPTA no quiere hacer estos recortes, especialmente en un momento en que el número de pasajeros está creciendo. Estos recortes significarán condiciones de hacinamiento en el transporte público, más congestión en las carreteras y pérdida de productividad en toda la región”.

Richards precisó que asegurar fondos estatales, locales y federales es fundamental para el presupuesto de Septa. “Sin este, los recortes de servicios y los aumentos de tarifas en todos los modos, en toda la región, son una necesidad desafortunada para el año fiscal 2025”.
Por el momento, Septa no planea realizar grandes despidos de empleados. Actualmente, cuenta con una nómina de 9.700 empleados y alrededor de 600 puestos vacantes.
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Recientemente, los senadores estadounidenses John Fetterman, Bob Casey y varios líderes del Congreso en el área metropolitana de Philadelphia enviaron una carta al secretario de Transporte, Pete Buttigieg, instándole a obtener más fondos para Septa.
En la carta explicaron que el tránsito en la región de Philadelphia podría “sufrir una espiral de muerte”, ya que los servicios podrían verse cortados debido a la falta de fondos, lo que provocaría una caída en el número de pasajeros.