El grupo surcoreano Samsung Electronics lanzó su nuevo teléfono Galaxy Note 9 en 56 países, entre ellos Estados Unidos, China y toda Europa, cifra que irá ampliando hasta 130 en los próximos meses, indicó la compañía en un comunicado.
El último modelo de la familia Note, caracterizado por su lápiz digital y pantalla de gran tamaño (en esta ocasión de 6,4 pulgadas), sale al mercado tras cosechar unas ventas anticipadas locales entre un 30 % y un 50 % superiores a las del Galaxy S9, lanzado en marzo, según cifras de operadores móviles recogidas por The Korea Herald.
Las cifras no lograron alcanzar, no obstante, a las del Note 8, que obtuvo un 20 % más de reservas, según dichas fuentes.
El Galaxy S9 ha recibido una respuesta más débil del mercado por la falta de características innovadoras respecto a su predecesor, mientras que los cambios del Note 9 se consideran más notables, con una batería más grande (4.000 mAh) y una memoria de almacenamiento mejorada de 128 GB y 512 GB, ampliable en este último caso a 1 TB.
El Galaxy Note 9 aparece siete años después del primero de su clase, e incluye también doble cámara trasera, bordes curvos, procesador de ocho núcleos y hasta 8 GB de memoria RAM.
El nuevo terminal es compatible con el modo DeX, que permite utilizar al teléfono como un ordenador de sobremesa adaptando el sistema operativo a una interfaz de ventanas y pudiendo conectarlo a un monitor, teclado y ratón sin necesidad de un “dock” (base).
El Samsung Galaxy Note 9, que está disponible en color azul, negro y lavanda, cuenta con un precio de salida de 1,094 millones de wones (1.009 euros/999,99 dólares), el de 128 GB; y 1,353 millones de wones (1.259,01 euros/1.249,99 dólares) el de 512 GB.