La dosis letal de tiopental sódico, bromuro de pancuronio y cloruro de potasio surcó como castigo el torrente sanguíneo de Roberto Moreno Ramos.
La pena capital fue impuesta por la justicia en el estado de Texas.
Moreno, nacido en México, fue hallado culpable de homicidio en 1992.
Él mismo admitió ser quien segó la vida de su esposa e hijos.
La muerte por inyección letal se aplicó como sentencia en la Unidad Carcelaria Walls, en Huntsville.
Roberto Moreno Ramos y su infracción
Roberto Moreno Ramos cayó en manos del sistema judicial tras ser detenido por una infracción de tránsito.
La acumulación de multas provocó el procesamiento del mexicano quien preso decidió deshacerse de un peso que llevaba en la conciencia.
En la penitenciaría confesó haber dado muerte a su esposa y dos hijos.
Detalló que los había enterrado.
Los cuerpos de su esposa Leticia de 42 años y de Abigail (7) y Jonathan (3), fueron encontrados por la policía bajo el piso del baño de la vivienda que servía de hogar.
Las autoridades encontraron el 7 de abril los cuerpos enterrados en la vivienda en Progreso, ciudad fronteriza con México.
El horrible crimen fue llevado a tribunales y en justicia se produjo una sentencia de muerte.
El coctel mortal fue aplicado.
El cadáver de Moreno Ramos será incinerado en Houston y sus restos trasladados a California.
En la víspera de la ejecución sus abogados intentaron posponer la sentencia argumentando violaciones a los derechos humanos. No tuvieron éxito.
Roberto Moreno Ramos nació en Aguascalientes, México.
Su infancia la pasó en Guadalajara y Tijuana antes de que su familia se mudara a Estados Unidos en 1970.
Moreno, de 64 años, se convirtió en el reo mexicano número 12 en ser ejecutado este año en Estados Unidos.
Según datos del observatorio Death Penalty Information Center (DPIC), en Estados Unidos, hay 134 extranjeros de 35 nacionalidades condenados a muerte, en su mayoría son mexicanos (54), hay nueve vietnamitas, ocho cubanos, ocho salvadoreños y cinco hondureños.
Gustavo Rízquez.