Aun el cadáver de la furia, del desacierto y por qué no, del bochorno, no se ha terminado de enfriar, cuando los ansiolíticos dibujaban acaramelados rostros de apostadores de póker que deseaban que el crupier que destapaba las esferas anunciara un choque temprano entre el River Plate y el Boca Junior.
En un auditorio atestado de hombre con corbatas y damas circunspectas se dio la ceremonia de sorteo de la Copa Libertadores 2019, acto que tuvo lugar en la sede de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) en Luque, Paraguay, y fue televisada por la señal Fox Sports.
El periodista deportivo argentino Pablo Giralt y la presentadora Janaina Xavier condujeron la gala del sorteo de los octavos de final de la Copa Libertadores y de la segunda ronda de la Copa Sudamericana.
Un auditorio apaciguado, completamente divorciado de los gritos y muecas de angustias que solo lo cura el sudor y los goles, observó con serenidad de abadía Juan Fernando Quintero y Roque Santa Cruz sacaban como huevos de pascuas las bolitas que cantaba con la mejor dicción futbolera Frederico Nantes, el director de competiciones de la Conmebol.
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La primera esfera empolló el nombre del campeón, River, en una especie de ocasión que permitió soñar a los argentinos por unos segundos. El segundo ovillo obligó a una toma de televisión a los rostros los presidentes de River y Boca, Rodolfo D’Onofrio y Daniel Angelici, respectivamente, quienes acompañados de Ignacio Villarroel, secretario de la institución de Núñez y de Nicolás Burdisso, manager Xeneize vieron aparecer el nombre de “Cruzeiro”, escuadra que a través de los años edificó una habitación de terror en el propio recinto del club de Núñez.
Todo fue muy rápido. Si hubo sufrimiento fue poco. Los pareos en el sorteo quedaron de la siguiente manera:
- River (Argentina) vs. Cruzeiro (Brasil)
- San Lorenzo (Argentina) vs. Cerro Porteño (Paraguay)
- Liga de Quito (Ecuador) vs. Olimpia (Paraguay)
- *Atlético Paranaense (Brasil) vs. Boca (Argentina)
- Godoy Cruz (Argentina) vs. Palmeiras (Brasil)
- Gremio (Brasil) vs. Libertad (Paraguay)
- Emelec (Ecuador) vs. Flamengo (Brasil)
- Nacional (Uruguay) vs. Internacional (Brasil)
De acuerdo a la presa argentina, por comentario tomado del diario El Clarín, “a River, al igual que el año pasado no le quedó un cuadro favorable. Si deja en el camino al poderoso Cruzeiro (quedó como el segundo mejor primero tras cinco triunfos y una caída en su grupo), puede chocar con San Lorenzo en cuartos de final y en semis con Boca. Dos clásicos. Pero ya lo dijo el Muñeco. “Más difícil que lo que nos tocó el año pasado no va a haber”. En 2018, River alzó la Copa Libertadores tras superar a Racing, Independiente, Gremio y Boca”.
En este especie de “game of trone” del balompié suramericano, no se puede dejar de ofrecer un comentario de los de Núñez, que de acuerdo a la gran prensa bonaerense el “Boca irá por la parte baja del cuadro, del mismo lado de River. A su rival ya lo conoce. Es que viene de enfrentarse con Atlético Paranaense en el Grupo G. Cayó 3-0 en Curitiba y le ganó la semana pasada 2-1 en la Bombonera. El gol de Carlos Tevez sobre la hora significó que el conjunto de Alfaro defina como local ya que por ese tanto terminó primero, desplazando a Paranaense. Que tocaran dos rivales del mismo grupo generó sonrisas en los asistentes al sorteo”.
Los octavos de final se jugarán a fines de julio (22,23,24, las idas y 30,31 o 1 de agosto las vueltas), un par de semanas después de que finalice la Copa América. Y la final -única por primera vez- será el 23 de noviembre en Santiago de Chile. Esta vez no habrá Superclásico en el partido decisivo. En el mejor de los casos, llegará uno de los dos.