Los homicidios, el coronavirus y los problemas raciales hacen dudar a los filadelfianos que viven en la ciudad del “amor fraternal”. Actualmente los residentes de Philly además están flanqueados por las enfermedades mentales.
Las disparidades a las que se enfrentan las etnias inciden en los problemas centrales del ciudadano común. Ser afroestadounidense o hispano te hace blanco de la COVID-19. Asimismo el color de la piel eleva el riesgo de ser maltratado o mortalmente herido. En este caso las balas viajan desde las pistolas de la pobreza hecha delincuencia o de los cañones de los policías supremacistas.
Ser pobre y de color tiene en las estadísticas un pico que no representa una anomalía, es una curva constante que indica que estás más cerca de tener problemas. Al menos así lo expresa la última encuesta realizada en Filadelfia por Pew Charitable Trusts.
La ciudad del “amor fraternal”
Según un trabajo realizado por Ximena Conde, parte de WYHH, la ciudad del “amor fraternal” se desdibuja día tras día. La nota periodística alude a una pregunta que ha persistido en Filadelfia y otras grandes ciudades: ¿se mudará la gente?
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No ha sido fácil para nadie esta batalla. Se trata de un peso difícil de llevar debido a las consecuencias sanitarias y financieras de la pandemia del coronavirus. Además desde todos los ángulos y en el alma que está debajo de cada color de piel, tener año récord de homicidios es duro. Más allá, han pasado meses de protestas que exigen cambios en la policía, donde la participación de los blancos se incrementa.
La encuesta de Pew Charitable Trusts fue realizada entre el 27 de julio y el 24 de agosto. El resumen ofrece un vistazo de cómo los residentes de la región de Filadelfia están tomando los eventos del año. Reveló a su vez si ellos piensan que esto hace que la ciudad sea un lugar menos deseable para vivir.
Un deterioro a la vista
Larry Eichel, asesor principal de The Pew Charitable Trusts, dijo, “preguntamos a la gente explícitamente sobre eso”. “Ciertamente vemos un cierto deterioro en las opiniones de los residentes sobre la conveniencia de la ciudad como lugar para vivir. No obstante es realmente difícil saber cuán profundos son estos cambios y cuán duraderos serán”.
Por ejemplo, dos tercios de los más de 1.000 encuestados esperan vivir en la ciudad dentro de cinco o diez años. Eso es una caída de 6 puntos desde el año pasado, dijo Eichel. “Se hace eco de los resultados de 2015 y 2016”.
Aún así, la encuesta aporta una visión de cómo los filadelfianos están procesando los eventos del año. Es un filtro que clarifica cómo estos eventos están afectando sus visiones del mundo. A continuación se presentan algunos aspectos destacados.
La policía en el epicentro
En lo que respecta al “respeto a la policía”, Pew encontró que el 61% de los encuestados expresaron “mucho” o “bastante” respeto a la policía, en comparación con el 86% de los encuestados que expresaron lo mismo en 2016.
La ciudad del “amor fraternal” ha incrementado en 2020 sus ya añejos recelos con los oficiales de la ley. La confianza en la policía para tratar a negros y blancos por igual también disminuyó entre 2016 y 2020.

En 2016, 60% de los participantes dijeron que tenían mucha o bastante confianza en que la policía podía tratar a las personas por igual. Ese porcentaje bajó a 47% en 2020. Si bien la encuesta no preguntó a la gente por qué tenían las opiniones que tenían, encontraron que los blancos no hispanos representaron gran parte del cambio.
“El impacto de los eventos en 2020 en los blancos no hispanos se ve muy claramente”, dijo Eichel. Activistas afros y latinos señalaron que han experimentado durante toda su vida el perfil racial y el exceso de policía. El cambio está en la existencia de las redes sociales. A través de las imágenes ha permitido que casos como el de George Floyd llamen la atención de los estadounidenses blancos.
Un cambio en los caucásicos
En 2016, más de 3/4 partes de los blancos no hispanos creían que la policía podía dar un trato igualitario. Esta vez, después de meses de protestas que apuntaban a la brutalidad policial, sólo la mitad mantenía esa opinión.
En el oeste de Filadelfia también hubo un cambio importante. Allí la policía disparó gas lacrimógeno a los residentes de la calle 52. El resultado: sólo el 28% de los residentes mantenían esa opinión.
Sorprendentemente, el menor respeto por la policía y la disminución de aquellos que confiaban en que los oficiales trataran justamente a los negros y blancos no se tradujo necesariamente en el apoyo de tener menos oficiales en las calles.
El grueso de los encuestados – 43% – dijo que la ciudad no tiene suficiente policía. El 53% de los afros encuestados mantenían esa opinión.
Mientras sólo 6% de los afros y 8% de los hispanos pensaban que había demasiada policía. El 23% de los blancos opinaban lo mismo.
La pandemia en la mente
A nivel nacional, se ha informado ampliamente de cómo el virus ha afectado desproporcionadamente a los afros e hispanoamericanos. En la ciudad del “amor fraternal” no ha sido la excepción.
La encuesta Pew para afros e hispanos de Filadelfia pintó un cuadro más claro. Un 35% de los hispanos y 33% de los residentes afros informó conocer a alguien que murió de coronavirus. Sólo 24% de los residentes blancos dijeron lo mismo.

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Los encuestados también reportaron atrasos en las cuentas. La mora incluye tarjetas de crédito (32%), problemas para pagar la comida (28%), atrasos en la hipoteca o el alquiler (24%), dificultades para pagar los costos o las recetas médicas (17%), y obstáculos para obtener cuidado infantil (14%).
Los residentes hispanos y afros reportaron la mayor parte de estos desafíos.
Alrededor del 75% de los hispanos experimentaron al menos uno de estos desafíos. A su vez 55% de los residentes afros encuestados reportaron lo mismo. Menos de un tercio de los residentes blancos del sondeo dijeron que se enfrentaron a uno de estos desafíos.
Cuarenta por ciento de los encuestados reportaron que la pandemia había afectado negativamente sus trabajos por medio de recortes salariales, recortes de horario o ser despedidos por completo. La mayoría de las personas afectadas (60%) ganaron menos de $30,000.