Rescatistas de Taiwán buscan liberar a las personas atrapadas en túneles y carreteras remotas tras el potente sismo ocurrido el miércoles 3 de abril y que hasta ahora deja saldo oficial de diez muertos y unos 1.100 heridos.
Cientos de personas en la ciudad de Hualien, que fue la más cercana al epicentro, durmieron fuera de sus hogares ante el daño sufrido en las edificaciones, algunas de los cuales quedaron inclinados después del terremoto.
“Espero que hoy podamos usar el tiempo para encontrar a toda la gente que está varada y en paradero desconocido”, comentó el primer ministro Chen Chien-jen desde el centro de operación de emergencias en Hualien.
Los equipos de rescate conocen el paradero de decenas de personas atrapadas en la red vial del referido condado situado entre montañas y acantilados y repleto de túneles que conducen a la ciudad de Hualien.
También, cientos de personas quedaron varadas en un hotel de lujo y un centro juvenil de la zona porque las carreteras que conducen a ellos están bloqueadas por derrumbes de tierra.
En la ciudad de Hualien, un edificio de cristal se ha convertidos en emblema del sismo al quedar en un imposible ángulo de 45 grados por el aplastamiento de parte de su primera planta.
“Cuando el terremoto ocurrió, evacuamos inmediatamente a los clientes y les urgimos a marchar”, dijo a AFP Wang Zhong-chang, propietario del Hotel Hualien Hero.
Aunque las estrictas regulaciones de construcción de esta isla parecen haber evitado un desastre mayor, el Gobierno reclamó a la ciudadanía mantener la prudencia ante las casi 300 réplicas que se registraron después del primer terremoto de magnitud 7.4.
La sacudida desencadenó alertas de tsunami en Taiwán, Filipinas y Japón, pero se levantaron al poco tiempo sin que se hubiera producido grandes percances.
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La agencia nacional de catástrofes informó que el sismo había causado 10 muertos y 1.099 heridos. La última víctima mortal, un hombre de 65 años, fue hallada el jueves en una ruta de senderismo del condado de Hualien.
Estimado en una magnitud 7,4 por el Servicio Geológico de Estados Unidos, el sismo es el más potente en golpear Taiwán desde 1999, cuando un terremoto de 7,6 causó la muerte de 2.400 personas.