Estados Unidos ha registrado el segundo día consecutivo de récord en infecciones, a su vez Europa vive un repunte significativo en casos diarios, por lo que Italia ha impuesto un nuevo toque de queda y Grecia un mecanismo de permisos de salida a través de mensajes de texto.
Mientras espera ansioso los resultados definitivos de las elecciones presidenciales, Estados Unidos, el país con más muertes en el mundo por la pandemia, con 234.876 fallecidos, registró un récord de contagios el jueves: más de 120.000 casos en 24 horas, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins.
En todo el mundo, la pandemia ya mató a más de 1,2 millones de personas y provocó casi 49 millones de contagios.
El epicentro actual de la pandemia está en Europa, donde se registra el mayor número de contagios: más de 11,9 millones de casos, la mitad de ellos repartidos entre Rusia, Francia, España y Reino Unido
«Con el uso generalizado de mascarillas y un control estricto de las aglomeraciones, podemos salvar más de 261.000 vidas de aquí a febrero en Europa», estimó Hans Kluge, director de Europa de la OMS.
Ante esta situación, la lista de los países europeos que siguen endureciendo medidas se amplía.
Lombardía, Piamonte, Valle de Aosta y Calabria fueron declaradas regiones «rojas» y de «alto riesgo» y 16 millones de italianos tendrán que respetar un nuevo confinamiento, aunque será menos estricto que el pasado.
Ante un riesgo de saturación de sus hospitales, Grecia también decidió confinarse desde el sábado, durante al menos tres semanas.
El coronavirus causó 673 muertos en el país. Pero es el número de enfermos hospitalizados en cuidados intensivos lo que preocupa sobre todo a las autoridades.
En Francia, reconfinada desde el 30 de octubre, la segunda ola «se propaga rápidamente», con 58.000 nuevos contagios detectados en las últimas 24 horas, según el director general de Salud, Jérôme Salomon.
Al contrario que en Europa, América Latina empezó a relajar sus medidas, después de meses de lucha contra. Ha matado a más de 408.000 personas en América Latina y el Caribe y ha provocado casi 11,5 millones de infecciones.
El progresivo levantamiento de las restricciones generó un relajamiento entre la población.