Iniciar una investigación para determinar un impeachment es acoso. Ese es el panorama que hace ver a la nación el sector republicano, que en distintas vocerías han mostrado su obstinación ante la amenaza de juico político de los demócratas a quienes exigen que si van a procesar al Presidente dejen de “acosarlo” y “hágalo.”
Sin embargo como estructura de poder en el marco del prepondérante y portentoso bloques de presión que son, los republicanos advirtieron que cualquier artículo de destitución que se apruebe en la Cámara de Representantes recibirá una contundente negativa del Senado.
Previo y post al anuncio de la oradora Nancy Pelosi, han argumentado que no hay motivos para impugnar a Trump.
John Kennedy , senador por Luisiana y miembro de la Comisión Judicial del Senado, ofreció una declaración a la prensa de Washington en la que dijo que: “Si quieres impugnarlo, deja de hablar. Hazlo. Hazlo. Ve a Amazon, compra una columna vertebral y hazlo. Y vayamos tras él.”
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“Creo que el público sentirá que es más acoso”, predijo.
De acuerdo a la opinión de la casi totalidad de los parlamentarios republicanos la impugnación será un bumerang para Pelosi y el líder de la minoría en el Senado, Charles Schumer, quienes han tratado de resistir la presión de la izquierda para impugnar a Trump durante más de un año.}
Otro senador consultado sobre el tema fue John Thune (S.D.), quien advirtió que los demócratas se están embarcando en un viaje políticamente peligroso.
“Es una estrategia arriesgada de su parte. Sé que están bajo mucha presión para hacerlo, pero si uno es el líder allí, hay que pensar largo y tendido sobre cuáles son las implicaciones, si parece que se está excediendo”, dijo.
Los senadores republicanos argumentaron que no hay bases para un juicio político, especialmente después de que Trump prometiera publicar una transcripción no redactada de su llamada telefónica con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.
Es preciso tomar en perspectiva, que la gota que derramaría el vaso que no pudo contener Pelosi, está relacionado con que Trump admitió que había hablado con el presidente de Ucrania sobre la posibilidad de investigar al ex vicepresidente Joe Biden, uno de los principales candidatos a la candidatura presidencial del Partido Demócrata, apenas unas semanas después de haber retenido la ayuda militar a ese país.
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Por su parte Chuck Grassley, senador de Iowa dijo: que “no puedes decirme que están hablando de un juicio político cuando el presidente está cooperando con ellos al cien por cien para liberar estas cosas”.
“Es prematuro hablar de un juicio político”, dijo.
El senador Rand Paul (R-Ky.), un firme aliado de Trump, señaló que la campaña de destitución de la Cámara de Representantes llegaría a un callejón sin salida en el Senado.
“Creo que los demócratas han hecho de esto un ejercicio tan partidista que creo que la mayoría del público ha descartado la idea, porque creo que la mayoría cree que se ha convertido en una especie de ataque político contra el presidente y nada más”, dijo.