El liderazgo de los conservadores comenzó atomizarse aún más. Tras la absolución de Donald Trump en el juicio político en el Senado los republicanos están divididos. El expresidente es dentro del partido un advenedizo que secuestró el poder institucional mientras fue mandatario. Ahora más fortalecido parece estar decidido a tomar el capital electoral del GOP.
Los analistas políticos ven a simple vista que se está dando una “batalla por el alma del partido”. La oportunidad de librarse de él condenándolo en el impeachment del que fue absuelto la dejaron pasar. Ante la mirada de gran parte del mundo, el Senado votó el sábado 57-43. Los más votaron para condenar a Trump por incitar el asalto del 6 de enero al Capitolio de Estados Unidos. Sin embargo requerían 10 manos alzadas más para cumplir con la normativa interna.
De acuerdo a Brian Knowlton, analista político de la AFP, el resultado fue un logro para los demócratas. Siete republicanos se unieron a ellos en la votación de destitución más bipartidista de la historia.
Republicanos están divididos
Según nota de la agencia francesa quedó a las vista del mundo que los republicanos están divididos. Mientras algunos miembros aseguran que es momento de pasar la página, Trump insinuó un posible futuro político.
Larry Hogan, gobernador de Maryland y crítico frecuente de Trump, predijo el domingo que se acercaba una “verdadera batalla por el alma del Partido Republicano”. El líder conservador habló a la CNN donde expresó que “esto no ha terminado”, refiriéndose al problema del control. Precisó que de estar en el Senado habría votado a favor de condenar a Trump.
Optimistas y pesimistas
Donald Trump se ha transformado en el boogieman del GOP. El miedo a su fortaleza es la razón por la que los republicanos están divididos. El senador de Luisiana, Bill Cassidy, uno de los siete republicanos que votaron a favor de la condena, elevó una predicción. Dijo el domingo que el todavía fuerte dominio de Trump sobre los republicanos se desvanecería.
“Creo que su fuerza disminuye… Pienso que nuestro liderazgo será diferente en el futuro”, dijo en la cadena ABC.
En contraste está el senador Lindsey Graham de Carolina del Sur. Insistió el domingo en que Trump, con sus fervientes seguidores, conserva un enorme papel político de cara a las elecciones intermedias de 2022. Calificó a Trump como el “miembro más vibrante del Partido Republicano”.
MAGA está en la calle
Hay otras razones por las cuales los republicanos están divididos. La insinuación de la creación del partido MAGA se haría con el padrón electoral del GOP. Eso restaría fuerza a los conservadores y pudiera ser el principio del fin de su larga historia.
Trump ha coqueteado con la idea de volver a postularse a la Casa Blanca en 2024. Algo que probablemente no podría hacer si hubiera sido condenado el sábado.
La mera insinuación de una posible candidatura le mantendrá en las conversaciones políticas y le permitirá seguir recaudando grandes cantidades de dinero.
Los republicanos que se han opuesto abiertamente a Trump se han enfrentado a duras represalias. Los ejecutores en estos casos son parte de las bases del partido. Muchos temen a la tendencia del magnate a vengarse de los críticos. Trump se enfrenta a una larga lista de incógnitas de cara al futuro.