El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) de Puerto Rico informó sobre el hallazgo de un manatí muerto en la playa Pico de Piedra en Aguada.
Miembros de la institución ambientalista sospechan que el mamífero marino fue golpeado en la cabeza por algún vehículo acuático tripulado por personas de forma irresponsable.
El DRNA indicó que el manatí era una cría dependiente, macho, de unos 3 pies de largo y presentó un impacto en la cabeza y otro en un costado.
Se estima que el deceso del animal fue en fecha reciente de acuerdo a los resultados de la necropsia.
Según el DRNA, los manatíes no nadan con rapidez debido a su peso y tamaño, lo que los hace vulnerables ante la dificultad de esquivar con rapidez una embarcación que se desplace a gran velocidad.
Por otra parte, los botes manejados a gran velocidad no dan oportunidad a sus operadores para ver a simple vista los manatíes sumergidos. Estos factores son determinantes en accidentes de atropello o golpes a estos mamíferos.
La población de manatíes está protegida por la Ley de Protección de Mamíferos Marinos de Estados Unidos y la Ley de Especies en Peligro de Extinción, indicó la agencia.
Los manatíes en Puerto Rico habitan cerca de la costa y en áreas estuarinas. Los conteos más altos ocurren al este y al sur de las costas de la isla. Estas áreas contienen extensas praderas de yerbas marinas, aguas relativamente calmadas y fuentes de agua fresca provenientes principalmente de ríos. Las praderas de Thallassia testudinum han sido identificadas como la principal fuente de alimento de estos mamíferos en Puerto Rico.
Las principales áreas habitadas por este amigable mamífero se encuentran en la Reserva Nacional de Investigación Estuarina de Bahía de Jobos, al sur de la isla.
En el sector conocido como Mar Negro se han identificados estas áreas de manatí con letreros. Las praderas de thalassia al suroeste de Cayo Puerca son una de las áreas más frecuentadas por esta especie. Los Cayos Caribes y la parte este de la Bahía al norte de Punta Pozuelo, también son frecuentadas por manatíes y han sido rotuladas al respecto.
Las zonas identificadas como áreas de manatí en Bahía de Jobos poseen boyas que determinan una velocidad máxima de 5 nudos para toda embarcación.
El Plan de Manejo de la Reserva de Bahía de Jobos limita el paso de motoras acuáticas conocidas como “jet skies” y la utilización de redes de pesca.
Se estima que en Puerto Rico la población de manatíes es de unos 600 a 700 individuos. Con el propósito de conservar esta especie, pues son más los individuos que mueren que los que nacen, este grupo ha sido clasificado en peligro de extinción.