El jefe de la misión de la OEA que audita las cuestionadas elecciones de Bolivia, el mexicano Arturo Espinosa, renunció a esa responsabilidad la noche del pasado viernes, levantando más incertidumbre sobre esta verificación acordada con el presidente Evo Morales pero rechazada por la oposición boliviana.
“He decidido retirarme de la auditoría para no comprometer su imparcialidad. Debí informar a la OEA sobre manifestaciones (declaraciones) públicas previas acerca del proceso electoral de Bolivia”, escribió Espinosa en su cuenta de Twitter, a solo un día de iniciar la verificación del cuestionado escrutinio de los comicios del 20 de octubre.
He decidido retirarme de la auditoría para no comprometer su imparcialidad. Debí informar a OEA sobre manifestaciones públicas previas acerca de proceso electoral en Bolívia.
— Arturo Espinosa (@EspinosaSilis) November 2, 2019
Espinosa había llegado este jueves a La Paz junto a los primeros técnicos enviados por la entidad para investigar el presunto fraude electoral a favor del presidente de Bolivia, Evo Morales, denunciado por la oposición.
La delegación del organismo internacional está conformada por treinta expertos y permanecerá en Bolivia durante doce días, tras un acuerdo con el Gobierno de Morales, pero la oposición rechaza la auditoría al denunciar que no fue consultada sobre sus condiciones.
El edificio donde realiza dicho trabajo y el hotel donde se alojan los técnicos, registraron protestas en el exterior a lo largo del día viernes 1 de noviembre. Espinosa accedió a reunirse con un grupo manifestantes en horas de la mañana, antes de anunciar su retirada ya en la noche.
Los manifestantes denuncian que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, avaló la candidatura a la reelección del presidente boliviano pese a que la oposición la considera ilegal.
El órgano electoral de Bolivia procedió este viernes, 1 de noviembre, a la firma de los resultados de las elecciones del 20 de octubre, un formalismo previsto en el cronograma del proceso electoral, que la oposición denuncia fraudulento y no reconoce la victoria que da al presidente.
Un repentino cambio de tendencia en el recuento preliminar, que pasó de prever una segunda vuelta con el opositor Carlos Mesa a dar el triunfo en primera ronda a Morales, desencadenó el día después de las elecciones las sospechas de fraude.
Desde entonces las protestas han sido recurrentes, que en algunos casos violentas, y hasta la fecha se contabilizan dos fallecidos.