Gustavo Rízquez/El Sol Latino.- La electro-movilidad es una tendencia que en menos de tres lustros terminará por desplazar a los vehículos que usan combustible fósil.
La combinación de bajo costo y mayor kilometraje de autonomía harán posible el sueño de las orgullosas generaciones de ingenieros y técnicos que creen en la propulsión por corriente.
Muchas casas automotrices han resuelto la ecuación de costos que permite colocar en la calle un mayor número de unidades a un precio bajo, en comparación a la mayoría de los eléctricos actuales que están anclados en la “alta gama”.
Renault y Donfeng, quienes poseen una “monstruosa ensambladora de vehículos” en Wuhan, localidad ahora conocida como la “Detroit china”, anunciaron que por el extenso territorio de la República Popular China pondrán a circular el Renault K-ZE. Se trata de un automóvil totalmente eléctrico que se desplazará con una autonomía de 250 kilómetros y que tendrá un valor de US$ 23 mil.
No hay precisiones en cuanto el número de unidades que fabricarán, pero la “joint venture” involucrada en el ensamblaje soportada por los hombros de Renault-Nissan, poseen una zona fabril con capacidad para producir en principio 300 mil unidades en una superficie de dos millones de metros cuadrados.
Así nacerá la estrella, el Renault K-ZE, un Vehículo Utilitario Deportivo (SUV por sus siglas en inglés) que podrá abrevar en postas en tomas domésticas, como en infraestructuras públicas. Renault K-ZE, el compacto de 3,7 metros de envergadura, saldrá solo para el mercado chino en 2019. Su bajo costo no ha sido problema para dotarlo de bondades tecnológicas. Poseerá sensores de estacionamiento marcha atrás, una cámara de visión trasera y una pantalla central con navegador y servicios conectados.
Renault K-ZE, será comercializado más tarde en otros mercados a nivel global después de su salida en China. Un asunto de negocios y de popularidad le han dado “al eléctrico” hegemonía para el Gigante Asiático. No es un dato superficial que el uso de autos eléctricos es una política de Estado para Beijing, sino que más allá, China es el mayor comprador de autos eléctricos per cápita del mundo.
El pequeño eléctrico “francés” usará la plataforma proviene del Renault Kwid, fabricado en la India, mientras que para la técnica se utilizarán los módulos del Renault Zoe y el Nissan Leaf. El bajo costo del vehículo se compensará por la mayor venta de unidades.
Para esa misma época y dentro del ambicioso plan “Drive the Future” de Renault, se tendrán en la línea de producción las variantes híbridas enchufables de los modelos Captur, Clio y Mégane.