En los últimos meses funcionarios de la Administración de Donald Trump expulsaron del país a varios recién nacidos en los EEUU. La salida de los pequeños del territorio obedeció a que sus madres eran inmigrantes.
La revista electrónica creada por Glenn Greenwald, Laura Poitras, y Jeremy Scahill, narró la historia de tres madres solicitantes de asilo que cruzaron la frontera. Las inmigrantes estaban embarazadas y dieron a luz en hospitales de EE.UU. La trama central es que sus hijos son legalmente ciudadanos estadounidenses. Sin embargo por eso no dejaron de ser expulsados del país poco después de nacer y sin recibir su documentación de ciudadanía.
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En marzo pasado, el vicepresidente Mike Pence ordenó a los CDC usar sus poderes de emergencia para sellar las fronteras de Estados Unidos. Se hizo a pesar de las reticencias mostradas por la principal agencia sanitaria del país, según reportes de prensa.
Recién nacidos en los EEUU
Con el pretexto de la pandemia del coronavirus, el Gobierno de Trump endureció todavía más su política migratoria. Expulsó del país a la mayoría de migrantes que llegaban a Estados Unidos en busca de asilo. Más rápido se deshizo de los que eran detenidos entrando de forma ilegal. No hubo excepciones con los menores de edad no acompañados de un padre o tutor legal.
Frente a lo que se veía como un desmán, un juez ordenó en noviembre al Gobierno que dejara de expulsar a niños migrantes no acompañados sin permitirles hacer peticiones de refugio o asilo. La historia de los recién nacidos en los EEUU expulsados no se había dado a conocer.
La hondureña Juana dijo a The Intercept que al sentir dolores de parto cruzó la frontera. Buscó ayuda y fue trasladada a un hospital estadounidense. Allí nació su hijo, pero al ser dada de alta la enviaron de vuelta a México.
Habla Al Otro Lado
Nicole Ramos, de Al Otro Lado, una organización de servicios legales y sociales, expuso su perspectiva. “La ley no permite la expulsión rápida de ciudadanos estadounidenses”, dijo The Intercept. Su ONG está investigando las expulsiones y asegura que tiene conocimiento de ocho madres en esta situación.
Actualmente, Al Otro Lado trabaja para que los niños reciban al menos sus pasaportes estadounidenses y certificados de nacimiento. Asimismo estructura una denuncia que confían desencadene una investigación oficial. Desean crear un precedente para evitar que vuelva a ocurrir la expulsión expedita de ciudadanos recién nacidos en los EEUU.
The Intercept recordó que durante el evento público en el que se anunció el cierre fronterizo por la COVID-19 en marzo pasado, el secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, aseguró que los CDC habían determinado que el coronavirus presentaba un “serio peligro” para los inmigrantes, agentes y oficiales y el pueblo estadounidense.
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Sin embargo, una investigación de The Wall Street Journal halló que se trataba de algo menos “institucional”. La verdad parecer estar en una revisión de los documentos internos del Gobierno. Además enentrevistas con personas involucradas en el proceso. Al parecer la medida “fue impulsada por funcionarios de inmigración en la administración. Sin importar las objeciones de altos funcionarios de los CDC”.