El presidente, como ya sabemos, se siente más cómodo frente a una audiencia de sus partidarios. Y siempre está listo para alentar a sus seguidores a amenazar a la oposición con cantos siniestros. Le ha parecido conveniente atacar a “The Squad”, las cuatro nuevas congresistas de color que representan un ala ultra liberal del Partido Demócrata. Trump trata de decirnos que la oposición a él es antiamericana. En un mitin de Carolina del Norte, después de atacar a la congresista nacida en Somalia Abdullahi Omar, dijo que “mira con desprecio a los estadounidenses que trabajan duro, afirmando que la ignorancia está presente en muchas partes de este país”. Y luego, cuando la multitud comenzó a para cantar “Envíenla de regreso”, agregó. “Obviamente y de manera importante, Omar tiene una historia de lanzar feroces ataques antisemitas”. Para aumentar la vergüenza del Partido Republicano, el líder de la Cámara de Representantes del Partido Republicano defendió a Trump diciendo: El presidente no se unió al coro y siguió hablando sobre la grandeza de este país. Reforzó las declaraciones de Trump diciendo que “este país nunca tendrá socialismo”.
Kevin McCarthy dijo que los ataques de Trump no son sobre racismo sino sobre ideología. Nancy Pelosi se muestra renuente a iniciar un proceso de impeachment. Thomas Friedman dice que cada vez que Trump tiene una manifestación e insulta a la gente, debería haber una manifestación Demócrata recolectados fondos, y pronto obtendrían 100 millones para luchar contra Trump. Según Merriam Webster, las palabras más buscadas esa noche fueron: racismo, socialismo, fascismo, campo de concentración, xenofobia. Esas palabras identifican al Partido Republicano. No debemos olvidar los videos de inmigrantes en centros de detención. McCarthy, Mitch McConnell y el resto del GOP se niegan a condenar a Trump y los cantos racistas que inspiró. Confían en que el público estadounidense olvidará. ¿Pasará eso?