“¡Ricky, renuncia!”, esta fue la consigna que gritaron miles de puertorriqueños que tomaron las calles de la capital para exigir la renuncia del gobernador de la isla, Ricardo Roselló, por el escándalo del chat en el que hace comentarios racistas, misóginos y homófobos sobre políticos, activistas y otras figuras públicas.
La manifestación de este miércoles en la tarde fue la más multitudinaria de las cinco jornadas consecutivas de protestas en San Juan. Aunque la jornada resultó mayormente pacífica, la policía llegó a usar gases lacrimógenos para dispersar la multitud y varios manifestantes fueron arrestados.
Los manifestantes, entre quienes se encontraban el actor Benicio del Toro y los cantantes Bad Bunny, Residente, Tommy Torres y Ricky Martin, se concentraron a las afueras del Capitolio que es la sede de la Asamblea Legislativa.
Miembros de las fuerzas de seguridad de Puerto Rico que protegen el acceso a La Fortaleza, sede del Ejecutivo en San Juan, actuaron contra un grupo de manifestantes que permanecieron en el lugar tras la celebración de la protesta para pedir la dimisión del gobernador Rosselló.
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La policía informó que cuatro personas fueron detenidas por intentar traspasar el perímetro de seguridad de la sede mientras que otras cuatro debieron ser trasladadas a hospitales cercanos tras resultar lesionadas en la refriega escenificada entre las fuerzas de seguridad y los civiles.
La primera escaramuza se produjo después que un grupo de manifestantes lanzó botellas y pirotecnia en contra de los uniformados quienes les advirtieron que debían desalojar el área. Para dispersar al grupo de manifestantes los policías lanzaron gases lacrimógenos.
En una conferencia de prensa, el subsecretario de la Gobernación, Erik Rolón, cifró entre 10 mil y 12 mil los asistentes a la protesta que colmó el Viejo San Juan. Afirmó que lo sucedido no cambiará la posición del mandatario sobre su permanencia en el cargo.
“El pueblo de Puerto Rico merece estabilidad, un orden y por eso se establece un término de cuatro años (de mandato), salvo que ocurran unas circunstancias bien particulares, que igualmente recae sobre otros líderes que han sido electos”, dijo.
El escándalo del chat ocurrió unos días después de las detenciones de varios exfuncionarios y contratistas del gobierno de Rosselló por un caso de presunta corrupción que incluye contratos por valor de más de US$17 millones.
Las 889 páginas de conversaciones fueron filtradas al Centro de Periodismo Investigativo por una fuente anónima, y luego divulgadas por varios medios de comunicación. Los mensajes compartidos en la aplicación Telegram, comienzan en diciembre de 2018 y llegan hasta finales de enero de 2019.
En algunos de esos chats, Roselló y sus colaboradores más cercanos insultan a la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, y también profieren ataques homofóbicos contra Ricky Martin.
Tras la divulgación de los mensajes el gobernador pidió disculpas y anunció la dimisión de varios de los funcionarios implicados en el chat, pero insistió en que no abandonaría su puesto.