Una actividad sísmica poco común se ha registrado en Puerto Rico y sus alrededores desde el 28 de diciembre. Los expertos califican de “inusual” lo recurrente de los temblores y refieren que se han registrado más de 1.800 eventos. La isla ha sufrido cortes de electricidad y comunicaciones en buena parte del territorio.
En el marco de esta aguda actividad, el sismo más fuerte se sintió este martes 7 de enero con una magnitud de 6,5 y su epicentro se ubicó a 13,6 kilómetros al sur de la ciudad de Ponce con una profundidad de un kilómetro, según confirmó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés). A este temblor que ocurrió a las 04:24 de la madrugada (hora local), siguió una serie de movimientos telúricos de menor intensidad.
Apenas el lunes 6 de enero otro sismo de 5,8 grados que se sintió en varios lugares de la isla incluyendo San Juan. Varias viviendas se derrumbaron en la zona del epicentro y hubo cortes de luz y algunos deslizamientos de tierra.
Imágenes de Puerto Rico que circulan en las redes sociales muestran derrumbes de edificios en las localidades cercanas al epicentro y gran parte de la isla sufrió la interrupción del suministro eléctrico. La prensa local informa que como consecuencia del temblor un hombre murió en la localidad de Ponce.
Aunque inicialmente se emitió una alerta de tsunami para Puerto Rico e Islas Vírgenes, minutos después la Red Sísmica de Puerto Rico la canceló.
Puerto Rico activó el lunes 6 de enero un comité de respuesta ante el aumento de la actividad sísmica en el sur de la isla. Las autoridades de la isla advierten que durante los próximos días continuarán los temblores.
El director interino de la Red Sísmica de Puerto Rico, Víctor Huérfano, explicó en rueda de prensa que la actividad de estos días se debe a que Puerto Rico se encuentra entre la Placa norteamericana y la Placa del Caribe, lo que sitúa a la isla en medio de las presiones de ambas y a merced de la liberación de energía que se traduce en actividad sísmica.