Fernando Mendez.- Algunas veces los hechos reales son inconvenientes para un gobierno y los ciudadanos reciben información incompleta o falsa. El estudio de Harvard que reveló que el número de víctimas del huracán María en Puerto Rico llegó a 4.600 no fue suficiente para cambiar el informe oficial emitido por el gobierno.
Al momento de escribir esto, el gobierno de Puerto Rico sigue aferrando al número que publicaron originalmente, que era 640. Ese número es claramente incorrecto en la mayoría de las estimaciones y el otro número que acordaron con algunas advertencias, de 1,400 también es incorrecto. Este es un ejemplo más de la forma en que los gobiernos manipulan la información para satisfacer sus propósitos.
Miguel Ángel Asturias, como George Orwell, nos permite ver las consecuencias para los ciudadanos cuando un gobierno oculta la verdad. Lo que sucede a menudo es que aquellos que tratan de decir la verdad terminan en prisión o muertos. En el caso de Watergate los periodistas e informantes de esa historia temían por sus vidas.
No es ese el caso de Puerto Rico y los informes emitidos por el estado. Pero la discrepancia entre la versión oficial y el informe de Harvard muestra que los números han sido manipulados para explicar el bajo nivel de interés por parte del gobierno federal. Se han desperdiciado miles de millones de dólares en ayuda. Almacenes llenos de suministros para ayudar a la gente de Puerto Rico han sido encontrados abandonados. Además, varios informes han confirmado que muchas personas murieron en el hospital, semanas después de la tormenta como resultado de la falta de suministros. Desafortunadamente, debido a la falta de transparencia en el caso de Puerto Rico y ejemplos similares, continuamos perdiendo nuestra fe en lo que el gobierno nos dice. Tenemos que preguntarnos cómo nos recuperaremos de la era de engaño y manipulación de Trump.