El día 16 del campamento de la Universidad de Pennsylvania marcó el arresto y desalojo de manifestantes pro palestinos por parte de la policía de Philadelphia, que llegó a tempranas horas.
Los oficiales, muchos de los cuales vestían equipo táctico, se movieron para formar un semicírculo alrededor del campamento y desmantelaron varias tiendas de campaña.
Mientras algunos de los manifestantes se marchaban, decenas permanecían frente a la estatua de Ben Franklin en el parque universitario de Penn, negándose a moverse mientras cantaban.
Posteriormente, los uniformados comenzaron a arrestar y expulsar a los manifestantes, muchos de los cuales llevaban un pañuelo que simboliza el nacionalismo palestino.
A las 7:00 am, la mayoría de los manifestantes habían abandonado el campus o estaban bajo custodia policial. La acción de disolución fue en gran medida pacífica, según medios de comunicación locales.

Antes de esta acción, el día 15 del campamento, fueron expulsados seis estudiantes, quienes se vieron obligados a tomar “licencias temporales”, prohibiéndoles así la entrada al campus.
En un comunicado que fue difundido por medios de comunicación local, la universidad detalló que emitió “permisos de ausencia temporales obligatorios para seis estudiantes de acuerdo con nuestras políticas y en espera de los resultados de las investigaciones disciplinarias del Centro de Estándares Comunitarios y Responsabilidad. Estas acciones son el resultado de la respuesta continua de la casa de estudios al campamento no autorizado” la escuela en un comunicado en su sitio.
Uno de los grupos involucrados en el campamento, la Coalición Palestina de Philadelphia, se pronunció sobre la prohibición de entrada a los estudiantes al campus, y explicó que dos de ellos están en el comité de negociación y se han reunido con el presidente Larry Jameson y el rector John Jackson.
La coalición también destacó que una estudiante vive en el campus y se le ha cerrado la entrada a su dormitorio, lo que significa que no puede acceder a sus pertenencias.
“Rechazamos con vehemencia la caracterización de los estudiantes que se organizan dentro del campamento de Solidaridad con Gaza como amenazas excepcionales a la seguridad del campus”.
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Durante un evento en el condado de Westmoreland, el gobernador Josh Shapiro habló sobre la situación y dijo que “ya es hora de que la universidad actúe, aborde esto, disuelva el campamento y restablezca el orden y la seguridad en el campus”.
El campamento es uno de los muchos que se registraron en todo el país para exigir un alto el fuego en Gaza en medio de la guerra entre Israel y Hamas.
Los manifestantes, entre los que se encuentran estudiantes de la Universidad de Pennsylvania, pero también de las universidades de Drexel y Temple, además han exigido a sus escuelas que se deshagan de todo apoyo financiero de Israel. .
Los manifestantes quieren mantener la paz, pero aseguraron que no se irán hasta que la universidad cumpla con sus exigencias.