En agosto se estrenó en Netflix un documental que ha pasado algo desapercibido, pero que expone una gran verdad sobre la comida y lo que llega a nuestros hogares. «Poisoned: The Dirty Truth About Your Food», expone las consecuencias reales y, en algunos casos, mortales de las enfermedades transmitidas por los alimentos y cómo están ya contaminados sin que lo sepamos.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) han advertido que 1 de cada 6 estadounidenses desarrolla alguna intoxicación alimentaria cada año. Poisoned reflejó que Estados Unidos sufre hasta 36 brotes de patógenos transmitidos por alimentos cada semana.
Poisoned comienza con la explicación del brote de E. coli que mató a cuatro niños que comieron hamburguesas «Jack in the Box» contaminadas en 1992 y 1993. Las consecuencias llevaron a una regulación histórica que mejoró la seguridad de la comida rápida, pero Poisoned demuestra que gran parte de la industria alimentaria se ha quedado rezagada.
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¿Quién está detrás?
La directora del documental es Stephanie Soechtig y está basado originalmente en un libro de Jeff Benedict, Poisoned: The True Story of the Deadly E. Coli Outbreak That Changed the Way Americans Eat, que narra precisamente el brote de E. coli de 1993 que mató a cuatro niños y enfermó a más de 700 personas. En el documental de Soechtig se muestra cómo, 30 años después, los gigantes de la industria alimentaria siguen cometiendo los mismos errores.
A su vez, las autoridades repiten y repiten desde hace por lo menos 30 o 40 años que Estados Unidos tiene uno de los suministros de alimentos más seguros del mundo. Pero los otros casos como salmonella en los maníes y mantequilla de maní; espinacas y lechuga romana contaminadas con heces de vacas; ponen en entredicho tal afirmación.
En el centro del documental está Bill Marler, un abogado de lesiones personales y ferviente defensor de la seguridad alimentaria. Marler ha litigado numerosos casos relacionados con lechuga romana, fruta cortada, manzanas acarameladas, tomates, masa para galletas, fórmula para bebés y Lucky Charms. También se mezclan testimonios de personas que perdieron a sus seres queridos por alguno de estos casos.
En Estados Unidos hay 15 agencias federales, cada una de las cuales es responsable de regular productos alimenticios muy diferentes. Por ejemplo, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) regula los productos cárnicos y avícolas, los ovoproductos y el bagre y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) regula todos los alimentos involucrados en el comercio interestatal.
Se complica todo cuando cada ingrediente está bajo una jurisdicción distinta. Un ejemplo clave del documental se basa en un simple taco. Hay carne de res, un alimento regulado por el USDA. El queso, el pico de gallo y las guarniciones adicionales son todos alimentos regulados por la FDA. Y el restaurante en sí está regulado por el departamento de salud local. Con un brote, ¿quién sería el responsable?