Redacción Agencias.- El pitcheo latinoamericano, encabezado por el abridor dominicano Luis Severino, fue decisivo para que los Yanquis de Nueva York superasen a los Atléticos de Oakland en el Partido de Comodín de la Liga Americana.
El triunfo de 7-2 permitió a los Yanquis pasar a la Serie Divisional del Joven Circuito que van a disputar al mejor de cinco frente a sus eternos rivales de los Medias Rojas de Boston.
Severino abrió el juego de comodines de los Yanquis y, aunque salió sin decisión en cuatro episodios, llevó por la dirección correcta al equipo de Nueva York.
El derecho dominicano logró marca de 14-2 hasta el descanso del Juego de las Estrellas, pero no tuvo sus mejores números en la segunda mitad de temporada, en la que terminó con registro de 19-8.
Los números que consiguió Severino en la segunda parte del campeonato pusieron al piloto novato Aaron Boone en problemas para decidir al abridor del juego de comodines.
Boone prefirió que Severino, un diestro de 24 años de edad, hiciera frente a los Atléticos, en lugar de J.A. Happ o el japonés Masahiro Tanaka.
Pero Severino respondió de la mejor manera a la oportunidad que le brindó el equipo.
“Soy alguien que gusta de analizar lo que te ha salido mal en el pasado para hacer los ajustes”, destacó Severino.
El dominicano trabajó cuatro entradas, permitió dos imparables, dio cuatro pasaportes y retiró a siete enemigos, realizó 87 lanzamientos, de los cuales 53 fueron perfectos, ante 19 bateadores.
Severino lanzó nueve bolas rápidas en una primera entrada de 10 lanzamientos, y luego se basó en cambios de velocidad y “sliders”.
El lanzador diestro tuvo problemas en el cuarto episodio antes de ponchar al parador en corto Marcus Semien en su lanzamiento más rápido de la noche, que alcanzó velocidad de 99,6 millas por hora.
Severino dio rienda suelta a su poderosa recta –soltó nueve al emplear nueve en un primer inning de 10 lanzamientos– y apeló reiteradamente al slider para asfixiar a los pacientes bateadores de Oakland.
Con siete días de descanso, la mejor versión de Severino apareció para mantener en cero y sin imparables a los Atléticos en los cuatro primeros actos.
“Sabía que tenía que hacerlo diferente en este juego. Por eso que en el primer episodio tenía que atacar a todos”, comentó Severino. “No buscaba ser demasiado perfecto”.
Nueva York emergió victorioso del Juego de Comodines por segunda campaña seguida, esta vez liderando de punta a punta.
“Severino marcó la tónica y salió con determinación”, admitió Boone al concluir el partido. “Su dominio fue decisivo”.
Su compatriota, el relevista Dellin Betances se encargó de quitarle la pelota para trabajar los siguientes dos episodios y ponchar a Khris Davis, el líder jonronero de las mayores en la campaña, con un swing perdido a una recta cortada.
Betances (1-0), que se quedó con la victoria, sacó tres ponches, y se fue perfecto del montículo tras realizar 25 lanzamientos y 16 los colocó en la zona del “strike”.
“Después del segundo episodio pudieron afianzarse”, declaró Bob Melvin, piloto de los Atléticos, que decidió abrir con relevistas. “Pero los Yanquis acabaron teniendo una gran entrada… Severino arrancó fuerte y Betances entró y nos cerró la puerta”.
Mientras que el taponero cubano Aroldis Chapman lanzó un episodio, permitió un imparable y retiró a dos bateadores por la vía del ponche para hacer los últimos tres “outs” del partido.
Para ese momento de la noche en el Yankee Stadium, los aficionados de casa inflaron el pecho para un desafiante cántico: “¡Queremos a Boston!”
Es lo que tendrán a partir del viernes, al tocarle a Nueva York enfrentar a los Medias Rojas, sus eternos rivales, en una serie divisional entre dos de los tres equipos que este año alcanzaron las 100 victorias y las 108 de Boston representaron una marca en la historia del equipo.
Boston y Nueva York no se enfrentaban en playoffs desde 2004, cuando los Medias Rojas revirtieron por primera vez en la historia una desventaja de 0-3 en una serie y eliminaron a los Yanquis, en camino a conquistar el Clásico de Octubre.