Pensilvania, New Jersey y Nueva York adeudan casi una década en pagos para Comisión de la Cuenca del Río Delaware en 1961. La labor de esta entidad es gestionar la calidad y el suministro de agua en la rivera. Su misión es ver más allá de la potabilización. Su previsión demostrada con creces. Detectó los beneficios económicos de un agua más limpia y rica en oxígeno en el río.
Cuatro estados están parados frente a un recurso invaluable. Es fuente a agua para potabilizar. También el más grande biotopo para el desarrollo de una industria turística. Es apoyo para la industria con más de dos siglos frente a sus orillas y el punto de apoyo de los eco-emprendimientos. Hablamos en términos geográficos de riberas en cuatro estados, humedales y más de 2.000 afluentes. La suma de la flora y fauna que conforman una cuenca de 13.600 millas cuadradas.
Puedes leer: Filadelfia y SEPTA promueven un hackatón para ayudar a discapacitados
Según la Dirección de Comunicaciones de la Comisión “los problemas que surgen son constantes”. La sequía es uno de los males que tiene mayor impacto en la calidad de vida de las personas. También el calor extremo. Desde el punto de vista climático las fuertes tormentas son factores de estrés añadidos a la cuenca. El río Delaware abastece de agua potable a más de 13 millones de personas. Eso es aproximadamente el 4% de la población de EE.UU.
Poco dinero para el río Delaware
La Comisión de la Cuenca del Río Delaware es la que atiende los asuntos que a pocos entusiasma. Esta historia la tomamos en préstamo del periodista Andrew S. Lewis quien trabaja para Spotlight. Sobre el desdén político en torno a la cuenca hay datos irrefutables. No es una sorpresa la pasmosa lentitud con la que se legisla a favor del medio ambiente.

Incluso antes de la creación de la nación, la calidad del agua del río Delaware se veía afectada. Los efluentes no mitigados de curtidurías, mataderos y fábricas de papel iban a parar al cauce. En 1739, el joven Ben Franklin lideró un esfuerzo comunitario en Filadelfia. Trató de eliminar estos contaminantes de la orilla del río. En su herencia, Franklin dejó dinero para la ciudad. Con el presupuesto se desarrolló lo que se convertiría en el primer sistema municipal de abastecimiento de agua del país.
No obstante los aludidos en el río no han puesto un centavo en años. Presupuestan lo mínimo. Desde 2013 Nueva Jersey no ha cumplido con su contribución, que asciende a 200.000 dólares anuales. Tampoco lo ha hecho Pensilvania ni Nueva York. “Y salvo una asignación bajo la administración de Obama, el gobierno federal” ha sido maula. Debe pagar 715.000 dólares en gastos operativos anuales, y no ha aportado nada desde 1996, según Spotlight.
Un poco de la historia
En 1961 se creó la Comisión de la Cuenca del Río Delaware. Ocurrió bajo el mandato del Presidente Kennedy. El progresista firmó el primer pacto estatal-federal sobre recursos hídricos del país.
“En resumen, hay un solo río, una sola cuenca. Todos los recursos hídricos están funcionalmente interrelacionados y cada uno depende del otro”. Así se declaró el Congreso al ratificar la comisión. “Un plan global y una agencia de coordinación e integración son esenciales para un desarrollo y funcionamiento eficientes”. Sin embargo hace 60 años no se vislumbraba que los estados se transformaran en maulas.

La insolvencia para con el río Delaware no parece ser un asunto muy patriótico. George Washington lo cruzó la noche del 25 al 26 de diciembre de 1776. Ocurrió en el marco de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. La acción concretó la campaña de Nueva York y Nueva Jersey.
Puedes leer: Pacientes no podrán cultivar su propia marihuana en Pensilvania
Mucho después, en 1988, los estados acordaron repartirse una contribución anual para el cauce del río. Algo más de $2.8 millones para sufragar los gastos de funcionamiento de la comisión. Nueva Jersey y Pensilvania poseen la mayor parte de las tierras y la población de la cuenca. A ambos le corresponde 25% a cada uno, es decir, 893.000 dólares al año. Nueva York aceptó pagar el 17,5% y Delaware el 12,5%. El gobierno federal aportaría el 20%. Sin embargo las arcas están vacías técnicamente.
Acerca del oxígeno
En marzo, la Delaware Riverkeeper Network publicó un informe. El él destacan los beneficios económicos de un agua más limpia y rica en oxígeno en el río. Este informe forma parte de un esfuerzo de nueve años para conseguir que la comisión aumente el umbral de oxígeno disuelto, que tiene medio siglo de antigüedad.