A primera hora de la mañana de este miércoles as principales contiendas estatales en el segundo estado de la Unión estaban aún demasiado reñidas. Pensilvania espera por la respuesta a las preguntas sobre las enmiendas constitucionales. Principalmente, dos controvertidas medidas electorales que restringirían la autoridad del gobernador en situaciones de emergencia. El proceso de escrutinio desde el martes las hacía ver tambalearse en los márgenes.
La jornada electoral de este martes fue completamente normal. Hubo problemas dispersos con el proceso de votación. Las máquinas que abren las papeletas de voto por correo de Filadelfia funcionaron mal, retrasando las devoluciones, por ejemplo.
Puedes leer: Larry Krasner venció a Carlos Vega y ahora va por Chuck Peruto
Varios distritos electorales de los condados de York y Delaware se quedaron sin papeletas. El condado de Lancaster se vio obligado a contar 15.000 papeletas a mano. La causa sería un problema de impresión. Algunas máquinas de votación del condado de Luzerne mostraron un gráfico para el partido político equivocado. En líneas generales ocurrió lo que siempre ocurre en una elección normal.
Enmiendas constitucionales
Las cosas estuvieron fáciles en la carrera del fiscal de distrito de Filadelfia. Los votos otorgan a Larry Krasner, casi con toda seguridad un segundo mandato. También está la sorprendente victoria del representante estatal Ed Gainey. Venció al alcalde de Pittsburgh, Bill Peduto. No obstante el panorama en el área judicial seguía siendo ajustado.
Los resultados que consultan las enmiendas constitucionales son unos de los más esperados. Desde la majestad de la autoridad estatal se dice que no hay nada que temer con respecto al proceso. La Secretaria de Estado en funciones, Veronica Degraffenreid, dijo que las cosas habían ido lo suficientemente bien.
La jornada electoral, dijo, fue “realmente exitosa” y no hubo “ningún incidente generalizado que reportar”.
Señaló que eso no significa que el proceso no pueda mejorarse. Los funcionarios electorales del estado y de los condados han estado presionando a los legisladores para que permitan que los votos por correo se procesen antes del día de las elecciones para acelerar los resultados y requerir menos esfuerzo por parte de los trabajadores electorales.
La constitución podría ser cambiada
Según datos tomados de un trabajo de Katie Meyer Sam Dunklau parte del staff de WITF, la tensión está en las enmiendas constitucionales.
Todos los votantes registrados en Pensilvania tuvieron la oportunidad de opinar sobre cuatro preguntas de la votación. Involucraron tres enmiendas a la carta magna de Pensilvania y un referéndum.
Dos de ellas son polémicas. A medianoche, los votos por el “sí” a ambas enmiendas superaban a los del “no” en unos 10 puntos.
Ambas enmiendas son la culminación de más de un año de lucha por el poder. Con ellas se miden el gobernador demócrata Tom Wolf y la legislatura estatal controlada por los republicanos. En concreto, una permitiría a los legisladores estatales anular una declaración de desastre por mayoría de votos. Su aprobación, según la oficina del fiscal general y los republicanos del Senado, dejaría al gobernador sin opción de vetarla.
Puedes leer: Pensilvania podría restar a Wolf en su poder de declarar catástrofes
La otra limitaría las futuras declaraciones de desastre a 21 días. La ley de Pensilvania permite actualmente que las declaraciones duren hasta 90 días cada vez. Es algo atípico en comparación con otros estados. El gobierno de Wolf ha ampliado la relativa a la COVID-19 cuatro veces desde que comenzó la pandemia.
Otras consultas más
Las otras dos enmiendas constitucionales, en cambio, estaban en camino de ser aprobadas fácilmente.
Una de ellas actualizaría la constitución estatal para prohibir específicamente la discriminación racial y étnica. Tanto la ley estatal como la federal ya prohíben esta práctica en casi todos los ámbitos legales. Pero la Oficina del Fiscal General describió la medida como un seguro contra cualquier futura ley estatal o federal discriminatoria.
El otro es un referéndum en el que se pide a los votantes que permitan a los 94 departamentos de bomberos pagados y voluntarios/pagados del estado solicitar préstamos para ayudar a comprar equipos y aparatos.