El Papa Francisco llamó al diálogo para contrarrestar la tendencia a cerrarse sobre sí mismo provocada por la pandemia de COVID-19, que marcó por segundo año consecutivo la Navidad de millones de personas.
En su tradicional bendición Urbi et Orbi del día de Navidad, el Sumo Pontífice recordó a los fieles congregados en la plaza de San Pedro que “en este tiempo de pandemia se pone a prueba nuestra capacidad de relaciones sociales, se refuerza la tendencia a cerrarse, a valerse por uno mismo, a renunciar a salir, a encontrarse, a colaborar”, reseñó la AFP.
“También en el ámbito internacional existe el riesgo de no querer dialogar, el riesgo de que la complejidad de la crisis induzca a elegir atajos, en vez de los caminos más lentos del diálogo”, expuso.
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El Papa recordó las zonas del mundo azotadas por conflictos y también abordó las consecuencias económicas y sociales de la crisis sanitaria que ensombrece la Navidad por segundo año consecutivo.
La pandemia ha provocado la muerte de al menos 5.385.564 personas en todo el mundo desde finales de 2019, según un conteo de la AFP a partir de fuentes oficiales el viernes, aunque la OMS calcula que el balance real puede ser dos o tres veces superior.
La aparición de Ómicron ha acelerado los contagios en casi todas las regiones del mundo en la última semana, excepto en Oriente Medio y Asia, según los datos de AFP.
Francisco pidió que no se permita “que se propaguen en Ucrania las metástasis de un conflicto gangrenoso”, por las tensiones entre Kiev y Moscú, que hacen temer una escalada militar.
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Y recordó las tragedias “olvidadas” del conflicto en Yemen y Siria, que “ha provocado muchas víctimas y un número incalculable de refugiados”.
El Papa de 85 años, celebró el viernes 24 de diciembre por la noche la tradicional Misa de Navidad en la basílica San Pedro en Roma ante unos dos mil feligreses con mascarilla, e invitó a los cristianos a “redescubrir las pequeñas cosas de la vida”.
En la ciudad de Belén, en los territorios ocupados palestinos, apenas unos pocos cientos de personas se reunieron en la plaza del Pesebre, el lugar donde, según la tradición cristiana, nació Jesús de Nazaret.