En un puente peatonal del norte de Quito, Ecuador, fueron exhibidas pancartas con la recompensa que ofrece Estados Unidos por la captura de Nicolás Maduro y altos funcionarios de su administración, incluyendo a Diosdado Cabello, ministro de Interior, Justicia y Paz, y Vladimir Padrino López, ministro de Defensa.
Los carteles replican el diseño de los anuncios oficiales del Gobierno estadounidense:
- 50 millones de dólares por información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro.
- 25 millones de dólares por Diosdado Cabello.
- 15 millones de dólares por Vladimir Padrino López.
Según medios locales como Primicias de Ecuador, las gigantografías se observaron el 25 de agosto en el bulevar de la avenida Naciones Unidas, una zona concurrida con centros comerciales y sedes bancarias.
En otra pancarta se leía:
“Miles de venezolanos, en estos momentos, están presos y siendo torturados por el régimen de Nicolás Maduro. ¡No están solos! ¡Venezuela, seguimos contigo! Voluntad Popular Internacional”.
Contexto del Cartel de los Soles
Estados Unidos vincula a Maduro y sus funcionarios con presuntas operaciones de narcotráfico, señalando que el mandatario es “uno de los mayores narcotraficantes del mundo”. El Departamento de Estado de EE. UU. indica que, durante más de una década, Maduro ha liderado el Cartel de los Soles, responsable del tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
El 25 de julio de 2025, el Departamento del Tesoro estadounidense designó al Cartel de los Soles como terroristas globales especialmente designados (SDGT).
El 23 de agosto, en la autopista internacional Simón Bolívar, cerca de la frontera entre Colombia y Venezuela, se instaló una valla con las recompensas por Maduro y Cabello en Villa del Rosario, municipio vecino a Cúcuta. La valla fue retirada menos de 12 horas después por un ciudadano, según reportaron medios locales como La Opinión.
Te puede interesar:ONU ve indicios de que el narco se ha infiltrado en fuerzas de seguridad venezolanas
En paralelo, Estados Unidos envió tres buques de la Armada con 4.000 soldados a aguas del Caribe, cerca de Venezuela, la semana pasada. Según la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, el objetivo es “usar todo su poder” para frenar el flujo de drogas hacia EE. UU.. Además, se ordenó el envío de barcos adicionales al sur del Caribe como parte del esfuerzo del gobierno de Donald Trump para enfrentar los cárteles de drogas latinoamericanos.