Las autoridades migratorias panameñas decidirán qué inmigrantes serán los “elegibles” para ser retornados a sus naciones de origen tras cruzar la selva del Darién, la peligrosa frontera natural con Colombia empleada como ruta para llegar a Norteamérica. Esto ocurrirá en el marco de un acuerdo firmado entre Panamá y Estados Unidos para reducir el flujo migratorio.
“Todo aquel que el Gobierno de Panamá determine que debe ser retornado va a ser elegible para el programa que devuelve a los migrantes a su país”, dijo en Ciudad de Panamá la agregada regional de seguridad interna de Estados Unidos, Marlen Piñeiro.
El pasado 1 de julio el Gobierno panameño suscribió con el Ejecutivo estadounidense un acuerdo para devolver a través de vuelos a aquellos migrantes irregulares que atraviesen el Darién, y aunque todavía no hay fecha para el inicio de esos vuelos, Piñeiro dijo que es algo “inminente”.
La funcionaria explicó que aún se están ajustando los detalles de este acuerdo “piloto” entre ambos países, pero indicó que los retornos de los migrantes se harán bajo el marco jurídico de la ley panameña.
“Este programa de repatriación está basado en la ley panameña, que tiene tres categorías: deportaciones, expulsiones y repatriaciones voluntarias. Estamos elaborando y colaborando en el espacio de expulsiones y deportaciones”, dijo la funcionaria para explicar que el programa no es exclusivo para las repatriaciones voluntarias.
Destacó que los migrantes “no necesariamente tienen que tener un antecedente criminal” para ser retornados, como ya Panamá aplica, sino que “tienen que caer bajo la ley de deportación y expulsión” del país centroamericano.
La funcionaria indicó que el rol de Estados Unidos dentro del citado acuerdo es verificar que los procedimientos sean bajo esas leyes internacionales, además de financiar el programa que incluye los vuelos para retornar a los migrantes.
El acuerdo entre Panamá y Estados Unidos asciende a un monto de 6 millones de dólares, aunque la funcionaria estadounidense explicó que el dinero no será entregado directamente al Gobierno panameño, sino que será destinado a financiar los apoyos para poner en funcionamiento dicho programa.
Este acuerdo tiene el propósito de reducir el flujo de migrantes por la peligrosa selva del Darién, que ya ha sido atravesada por más de 216.00 migrantes en lo que va de año, la mayoría venezolanos, mientras durante el 2023 fueron más de 520.000, una cifra inédita según datos oficiales de Panamá.
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Para reducir este flujo, desde el pasado 3 de julio Panamá ha cercado progresivamente con vallas de alambre con púas unos 4,7 kilómetros en el Darién, donde había al menos cinco pasos no autorizados o trochas, para canalizar el flujo de los migrantes a través de un corredor humanitario.