La “improvisación”, ausencia de “transparencia” y “irresponsabilidad” son variables en un caso en pleno desarrollo. Según testimonios recolectados estos son los ingredientes de un cóctel que preparar el Consejo de Educación de Filadelfia. Ante lo que califican como una “sorpresa” los Padres piden cuidadores para sus hijos ante cambios en las jornadas.
Un anuncio tachado de “poco profesional” paralizó la cotidianidad de algunos padres de Filadelfia. Más en aquellos que tienen a sus hijos en colegios adscritos al Distrito Escolar. Al parecer cada dos viernes la jornada de trabajo se reducirá a la mitad. El tiempo restante será utilizado por los profesores para realizar actividades de especialización.
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En líneas generales el propósito no es lo que ha desarrollado la diatriba. Más bien ha sido la manera intempestiva en la que se ha anunciado. Ya con el año escolar iniciado el Consejo de Educación de Filadelfia votará el tema su reunión del jueves. Es una resolución que convertiría cada dos viernes en medio día de clase para los estudiantes.
Padres piden cuidadores para sus hijos
Según el orden del día, los responsables del distrito proponen que los alumnos salgan antes cada dos semanas. Esto ocurrirá a partir del 1 de octubre. Sobre este caso escribió Mallory Falk de WHYY. Precisó que los profesores y el personal utilizarán el tiempo extra para el desarrollo profesional.
Más allá del desagrado por “la sorpresa”. Los presentantes de los chicos no están en desacuerdo con el proyecto. Sin embargo la actividad desbarata sus horarios y planes. Es un problema severo en los hogares donde papá y mamá trabajan. De allí que como salida los padres piden cuidadores para sus hijos.
“No entiendo cómo esperan que las familias trabajadoras hagan todo esto. Especialmente con tan poco tiempo de antelación”. Así lo manifestó Catherine Roberts. Ella tiene a su hija en segundo grado de la escuela primaria Fanny Jackson Coppin en el sur de Filadelfia.
Según la nota de Mallory Falk, la señora Catherine Roberts y su marido trabajan a tiempo completo. No estaban preparados para un cambio repentino en el horario de sus hijos. Roberts se enteró de la propuesta a través de las redes sociales. Dijo que aunque apoya que se dedique más tiempo a los profesores. Sin embargo no entiende por qué los padres se acaban de enterar del posible cambio.
“No tengo ningún problema con el cambio de horario en sí”, dijo Roberts. “Tengo un gran problema con la forma en que se ha manejado. Más aun, con el tiempo con el que se ha notificado a todo el mundo. La falta de transparencia y la falta de planificación me resultan asombrosas”.
Otras voces contundentes
A la lista de sorprendidos se suma Sonia Rosen. Ella es ex profesora y madre de tres hijos. También ve los beneficios de dar a los profesores más tiempo para el desarrollo profesional.
“En principio, la idea de crear un espacio que se dedique a los profesores dentro de su tiempo contratado para pensar profundamente en el plan de estudios, colaborar potencialmente entre ellos y hacer mucho trabajo de preparación… es una idea realmente genial”, dijo Rosen.
Pero por qué proponer este cambio de horario después de que el año escolar haya comenzado, dijo. Tampoco “sin hacer realmente nada para llenar ese tiempo para los padres”. Rosen precisó que ya han dejado de lado sus arreglos para el cuidado de los niños. Por eso dijo que la improvisación “no es realmente una gran manera de hacer las cosas”.
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Los padres piden cuidadores para sus hijos. A Rosen, que tiene un hijo en la escuela secundaria Beeber, le preocupa que el distrito esté enfrentando a profesores y padres. También se pregunta si los profesores tendrán la libertad de utilizar su tiempo extra de manera efectiva, o se quedarán atrapados en sesiones de desarrollo profesional que no siempre son relevantes o útiles.
Los funcionarios del distrito no respondieron a una solicitud de explicaciones adicionales a tiempo para su publicación.