Cada 14 de febrero, muchos países celebran el Día de Los Enamorados, Día de San Valentín o Día del Amor y la Amistad, donde el amor toma el protagonismo y tradicionalmente se repiten en el mundo los mismos rituales como regalar flores o chocolates, salir a cenar e incluso una que otra fiesta.
El origen de esta celebración no es muy claro. Algunos historiadores lo ubican en la antigua Roma. Una investigación de National Geographic señaló varias posibles fiestas relacionadas. Por ejemplo, está la celebración de las lupercales. «Estas se celebraban ante diem XV Kalendas Martias, lo que equivalía al 15 de febrero. Supuestamente la palabra deriva de lupus (lobo) un animal que representaba al dios Fauno, que tomó el sobrenombre de Luperco, y de hircus, por el macho cabrío, un animal impuro. Los acólitos se reunían en una cueva sagrada y, siguiendo la tradición, el sacerdote sacrificaba una cabra y, a continuación, los niños salían a la calle para azotar a las mujeres con la piel de los animales para incentivar su fertilidad», reseñó la revista.
Otro posible origen sería una fiesta romana llamada Juno Februata, donde los hombres jóvenes escogían el nombre de su pareja de una caja un papel, era solo por unos días, pero estos encuentros sexuales y románticos, en ocasiones terminaban en bodas.
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Pero lo que si se tiene claro es el origen de Valentín, el personaje. Fue en el siglo III en Roma, donde un sacerdote llamado Valentín se opuso a la orden del emperador Claudio II «el gótico», que prohibía la celebración de matrimonios para los jóvenes, pues consideraba que los solteros sin familia eran mejores soldados, no tenían vinculaciones familiares ni sentimentales. Así que Valentín, en secreto, celebraba matrimonios de jóvenes enamorados. Por esta desobediencia, el emperador lo condenó a muerte el 14 de febrero del año 270. Murió lapidado y decapitado.
La Iglesia instauró la celebración de San Valentín el 14 de febrero en el año 498. Pero, ante señalaciones de los orígenes paganos del santo, el 10 de mayo de 1969 el papa Pablo VI hizo una exclusión de 33 santos por ese motivo, entre los que se encontraba el santo de los enamorados, San Valentín, junto a Santa Barbara, San Jorge o San Cristóbal.
No obstante, fue en Estados Unidos donde se popularizó el acto de regalar y celebrar el amor en esta fecha. Según BBVA, la norteamericana Esther A. Howland fue precursora de la venta de tarjetas regalo con motivos románticos y dibujos de enamorados que ideó y realizó a mediados de la década de 1840.